Mientras su suerte en la Justicia tiene marchas y contramarchas, el futuro político de Julio De Vido se corrió por estas horas a su actual ámbito de trabajo, el Congreso. Según confirmó esta mañana el macrista Pablo Tonelli, tienen previsto el miércoles convocar a la Comisión de Asuntos Constitucionales para tratar la eventual suspensión o expulsión del ex ministro de Planificación por "inhabilidad moral".
 

Esas dos palabras resumen hoy los procesamientos que soporta el ex súper funcionario de Cristina Kirchner, en investigaciones por corrupción. Presunciones de desvíos multimillonarios. Suficientes para el oficialismo y un sector de la oposición para avanzar en su apartamiento, pese al guiño judicial del juez Luis Rodríguez, que se negó a pedir su desafuero y detención en uno de los casos que lo involucra.
 

Entre los diputados de la Comisión que empiezan a definir el futuro de De Vido, hay básicamente tres posturas: Cambiemos quiere su expulsión, el massismo se inclinaría por una suspensión y el kirchnerismo se opone a todo.
 

Por la composición de este órgano que preside Tonelli, la defensa K sería simbólica: entre diputados de Cambiemos (14 macristas y radicales), massistas (5 del Frente UNA, más Stolbizer del GEN) y peronistas moderados (dos salteños que responden a Urtubey), conseguirían las 18 presencias para garantizar la reunión de Comisión y aprobar un proyecto contra De Vido. Los K son una decena.
 

De todos modos, como ya se explicó, luego es dictamen debe pasar un filtro mucho más complejo: debe ser aprobado por dos tercios de los integrantes de la Cámara baja. Allí, los números son hoy más difusos.

Fuente: Clarín