La negociación salarial con los bancarios se transformó en un dolor de cabeza grande para el gobierno nacional. Es que la decisión del Ministerio de Trabajo de no homologar un acuerdo cerrado entre las cámaras y los trabajadores agitó las aguas en el sector. De hecho este viernes varios bancos no atendieron a sus clientes porque La Bancaria organizó una jornada de protesta.
 

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sufrió el enojo de los gremialistas en carne propia. Durante una visita a Paraná, Entre Ríos, adonde viajó para reunirse con el intendente local, Sergio Varisco, fue blanco de gritos e insultos por parte de los sindicalistas.