El arzobispo de Mercedes – Luján, monseñor Agustín Radrizzani, les pidió “perdón” a quienes “han sufrido” por la misa que ofició días pasados frente a la basílica de Luján por pedido de varios gremios muy críticos del Gobierno y a la que asistieron por Camioneros los sindicalistas Hugo y Pablo Moyano y conspicuos referentes del kirchnerismo.

“Sé que algunos han sufrido por la misa del 20 octubre, les pido perdón, así como otros se han alegrado. Los invito a todos a caminar juntos parasuperar la dolorosa brecha que vivimos en nuestra sociedad”, dice Radrizzani en una “carta a los fieles” en la que reiteró que el Papa “no tuvo ninguna injerencia en su decisión”.

Un grupo de gremios nucleados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional –encabezados por SMATA, Bancarios y Camioneros- le había pedido a monseñor Radrizzani que celebrara una misa para rogar por “pan, paz y trabajo”, a la que adhirieron los movimientos sociales.

La celebración disparó una fuerte controversia ya que muchos la consideraron un acto opositor con la anuencia de la Iglesia e incluso como un respaldo a los Moyano, actualmente asediados por varias causas por lavado y corrupción, quienes saludaron al arzobispo al final.

En su carta, el arzobispo reconoce que algunos “se sienten desorientados o angustiados” por la misa y explica que el pedido fue hecho por el dirigente peronista Julián Domínguez en representación de algunos gremios y organizaciones sociales.

“Ante este pedido, y ante la finalidad que perseguía el encuentro, no creí oportuno negarme a esta invitación”, señaló y precisó que “tampoco estuve en contacto con ningún gremialista para preparar la misa”.