Después de una sesión maratónica con casi 14 horas de debate, el kirchnerismo dio luz verde en el Senado y giró a Diputados dos proyectos de leyes consideradas clave para el Gobierno: el que propone cambiar el lugar de pago de la deuda reestructurada y la reforma de la Ley de Abastecimiento, ampliamente resistida por los empresarios del Grupo de los Seis (G-6).
La Ley de Pago Soberano, que obtuvo media sanción de la Cámara Alta pasada la medianoche con total de 39 votos positivos, 27 en contra y dos abstenciones, ya tiene fecha para su sanción definitiva en Diputados.
El proyecto comenzará a ser debatido el próximo martes, desde las 12, por un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Finanzas y Peticiones Poderes y Reglamento, presididas por los oficialistas Roberto Feletti, Carlos Heller y Alfredo Dato, respectivamente. El oficialismo buscará emitir ese mismo día el dictamen y darle sanción definitiva en el recinto en la jornada siguiente.
Además de ofrecer el cambio de sede para el pago de la deuda a los bonistas reestructurados, el pago soberano contempla revocar el mandato del Bank of New York Mellon (BONY) como agente fiduciario, para ofrecer una alternativa a los acreedores ante el bloqueo a los cobros impuestos por los fallos del juez Thomas Griesa.
La discusión en el recinto de la Ley de Pago Soberano en el Senado se inició cerca de las 15 con la exposición del miembro informante por el kirchnerismo, Aníbal Fernández, y se descontaba una votación afirmativa a partir de la mayoría propia del oficialismo.
El comienzo del debate se demoró dos horas ante la embestida de legisladores opositores que impulsaron el ‘apartamiento‘ del vicepresidente Amado Boudou como titular del cuerpo, acción que fue rechazada por el kirchnerismo.
El presidente del bloque por el Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, justificó la ley porque ‘se han incorporado a los holdouts‘ ya que se les dejará depositado el dinero y, de esta manera, la Argentina demuestra ‘la voluntad indeclinable de pago‘.
El Gobierno necesita un veloz tratamiento y sanción definitiva de la ley antes del 30 de septiembre, cuando se produce un nuevo vencimiento de deuda por unos 200 millones de dólares.
La ley en debate, que ahora espera su tratamiento en Diputados, faculta al Ministerio de Economía a crear una cuenta en el Banco Central administrada por Nación Fideicomiso, que reemplazará como agente fiduciario al BONY, para depositar el dinero que les corresponde a los bonistas y así abrirles la posibilidad de que soliciten su giro desde Buenos Aires.
Esta operación evitaría nuevos bloqueos por parte del juez Griesa. También se sumó a Francia como segunda plaza de pago, lo que apunta a atraer el interés de los inversores europeos.
Como cambios adicionales se impulsó en el artículo 12 la creación de una ‘Comisión Bicameral de seguimiento de origen y pago de la deuda externa‘ y la eximición del pago de impuestos sobre los fondos depositados en la nueva cuenta (artículo 14). Aníbal Fernández remarcó que el dinero en dólares depositado en Buenos Aires será de ‘libre disponibilidad‘ para los acreedores, con lo cual no se verán afectados por los efectos del cepo cambiario.
El jefe del bloque de senadores por la UCR, Gerardo Morales, sostuvo que ‘llegamos a esta situación por impericia, porque hay un fracaso de la gestión económica, realmente falló la diplomacia, falló la gestión económica y falló la gestión financiera‘.
A su vez, el también senador por la UCR Ernesto Sanz consideró que resulta innecesaria la aprobación de la ley dado que los principales puntos que impulsa podrían establecerse por decreto. (DyN, Télam).