La música hizo que se conocieran este joven profesor y su alumno más querido cuando el niño apenas contaba 6 años. El paso del tiempo los unió y los convirtió en amigos y desde hace tres años que es su padrino de bautismo. Hoy, en un rol de ’padre de corazón’, Marcos Morón cuenta las horas para una cirugía que le permitirá donar un riñón para salvar la vida al chico. Y dice que lo hace por ’amor al prójimo’.

Franco Raffo, de 19 años, tiene una enfermedad vinculada con el reflujo que lo aqueja desde bebé y esta afección, al pasar el tiempo, afectó el funcionamiento renal a tal punto que a los 14 años perdió la funcionalidad en sus riñones. Desde entonces, el chico debe hacerse diálisis peritoneal en su casa y viajar a Buenos Aires una vez por mes a realizarse controles hasta que sea trasplantado.

’Siempre supe de su enfermedad, lo conozco de chico y hace poco se me cruzó por la cabeza poder ser su donante’, le confesó Marcos, a DIARIO DE CUYO desde Buenos Aires, donde se encuentra en la última etapa de los análisis previos a la ’cirugía.

El músico, integrante de la banda de Policía, conoció a ’Franco, cuando el por entonces niño de 6 años comenzó a tomar clases de percusión en el Círculo Social de Rawson, capital de Chubut, de donde ambos son oriundos.

’De chico le di clases por un año, después pasó mucho tiempo sin que nos viéramos, al final la vida nos volvió a cruzar’, cuenta Marcos.

’Cuando lo volví a ver a Franco ya tenía 14 años, era todo un adolescente. De ahí en más, frecuentamos varios lugares y compartimos viajes. ’Desde entonces pegamos buena onda’, comenta el joven músico de 33 años.

Morón reconoció que la idea de donarle un riñón al adolescente surgió cuando Franco cumplió los 18 años, ya que ’se le iba a complicar recibir una donación, porque el INCUCAI prioriza a los menores’. ’Lo pensé y me decidí. Cuando se lo comenté a Franquito, no me creía, pensaba que le estaba bromeando, recuerda con emoción. La decisión de Marcos fue aprobada por su familia: mamá, papá y dos hermanos.

Ese fue el comienzo de un largo camino, ya que en febrero arrancaron con los estudios de compatibilidad, que se extendieron por 45 días. Luego debieron esperar otro mes para que un juez autorizara a Marcos para realizar la donación, debido a que es un donante vivo y no directo. ’Gracias a Dios todo se fue dando para bien, y ahora hasta el 12 de julio tengo que hacerme chequeo y ahí los doctores nos darán la fecha para la operación’, que se realizará en el Hospital Italiano.

A la hora de hablar de Franco, Marcos lo definió como ’un joven muy especial’ y resaltó ’que es un chico muy razonable, que tiene una forma increíble de hacerse querer’.

Franco vive con su mamá y dos hermanas. Su padre es un marino que nunca se hizo cargo de él, por eso Marcos, a fuerza de cariño, se convirtió en su ’padre de corazón’.

Al pensar en su vida sin un riñón, Marcos reconoce que ’seguirá igual que hoy en día’. ’Los médicos me dijeron que no voy a sufrir grandes cambios, así que estoy tranquilo por eso’, explicó. Por último, dejó un mensaje claro sobre

la donación de órganos. ’Los argentinos somos solidarios, pero en este tema falta que nos informemos. Es una sensación inexplicable saber que podés salvar vidas donando órganos. Es un acto de claro amor al prójimo’, dice convencido.