Invita a sus acólitos a sumarse a las “fuerzas del cielo” y gobierna frenéticamente desde las redes sociales: el ultraliberal Javier Milei ordenó en el inicio de su gestión gracias a un ajuste draconiano.
“No hay plata”, dijo Milei al asumir el 10 de diciembre, cuando prometió combatir la inflación, destruir a la “casta política” y cortar con “una motosierra” el tamaño del Estado.
Cien días después, ¿cómo va su experimento “liberal libertario”? El corazón del plan de Milei para desregular la economía está en un megadecreto que deroga o modifica más de 300 normas y una Ley Ómnibus que en su versión original contenía más de 600 artículos.
Pero en estos tres meses ambos proyectos sufrieron reveses en el Congreso, donde el pequeño partido de Milei es minoría: la Ley Ómnibus fracasó en febrero en diputados y el megadecreto fue rechazado en el Senado.
Estas derrotas muestran que el Presidente no consiguió transmitir la urgencia de sus reformas.
“Milei querría impulsar su proyecto político y económico a 100 kilómetros por hora, pero la velocidad de crucero del gobierno es bastante inferior”, dijo Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano.
Ahora su programa está en manos de los diputados, que deben revisar una versión descafeinada de la Ley Ómnibus y tomar la decisión final sobre el megadecreto, que sigue vigente a menos que sea rechazado también en la Cámara Baja.
Pero incluso si es aprobado, su constitucionalidad sigue en duda. El consultor Carlos Fara dijo que “en la Justicia ya buena parte” del megadecreto “está herido de muerte”.
Al asumir, Milei encendió su “motosierra”: suspendió las obras públicas, no renovó los contratos estatales, redujo los ministerios a la mitad, liberó los precios y los alquileres y devaluó el peso más de 50%, provocando una inflación de 25,5% en diciembre que se enfrió en febrero a 13%. Con la devaluación y un aumento de precios de 276% anual a febrero, el poder adquisitivo se destruyó, en particular el de los jubilados.
En estos 100 días, Milei recompuso las alicaídas reservas del Banco Central y consiguió superávit financiero en enero y febrero. “Hay un ordenamiento”, dijo la economista Marina Dal Poggetto. “La estabilización está funcionando, pero hay dudas sobre la gobernabilidad”.
Milei busca ahora reunir fondos por 15.000 millones de dólares para eliminar el cepo al dólar.
Mientras Milei dice que “la gente empieza a ver la salida”, la tensión social atizada por despidos, aumentos de precios y de las tarifas es inocultable.