El Gobierno porteño puso en marcha ayer los trabajos para construir un desvío de nueve metros en Bartolomé Mitre al 3.000 que permita ‘dejar intacto‘ el santuario montado en esa calle en memoria a las 194 víctimas de la tragedia de Cromañón y, a la vez, reabrir la arteria al tránsito. Garantizan que el santuario no será tocado.