Cargados de emoción y ante un sol brillante, el segundo contingente de familiares de soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas rindió ayer homenaje a los fallecidos en el cementerio de Darwin de las islas.
Cuatro sanjuaninos no dudaron en atestiguar esas horas en las que brilló un sol resplandeciente, mientras 183 familiares caminaban despacio y silenciosamente hasta llegar a las tumbas de los caídos.
El sanjuanino Ramón Cuello, hermano del fallecido cabo primero Julio Cuello, comentó a DIARIO DE CUYO que viajar ayer a Malvinas fue algo "emotivo e indescriptible, que no se si vuelva a repetirse. En mi caso es como cerrar un círculo, porque si bien no hay consuelo por lo que pasó, al menos es un alivio".
Cuello describió que ayer "vivió una mezcla de tristeza e impotencia. Estábamos limitados por la presencia de gente inglesa, que nos impedía traspasar perímetros y expresar determinadas muestras de patriotismo".
Adriana Carrizo, tía de Jorge Yacante, expresó que lo que vivió ayer "fue inolvidable". La sanjuanina detalló que "cuando iba volando me dormí y soñé que Jorge venía hacia mí. De todos modos, estuve tranquila, le llevé flores y puse un cuadrito en una cruz. Pude filmar todo, sin que me hicieran problema".
Sin omitir el cansancio por el viaje, Mirta Carabajal destacó que "principalmente hubo felicidad y caras emocionadas, en un día con un sol hermoso y poco frío".
"Fue muy importante la contención transmitida por los religiosos que encabezaron la ceremonia", comentó Mirta sin olvidar "la paz en el lugar", que pareciera haber quedado reflejada "con un gran número de gaviotas que comenzó a volar cuando ya estábamos subidos en el colectivo". Mirta es cuñada del cabo segundo Anselo Melián y esposa del sobreviviente Wálter Melián.
Entre flores, cartas y rosarios estuvo también Lorena Velazquez, de San Juan, quien perdió a su hermano Hugo Ahumada, cuando él tenía 18 años y estudiaba en la Armada. "Siempre tuve ganas de venir, gracias a Dios lo pude cumplir. Siento una emoción enorme", relató Lorena.
Una semana después de que viajara el primer contingente, esa vez para la inauguración del cenotafio en el cementerio de Darwin, este segundo grupo de 183 familiares estuvo integrado de manera mayoritaria por hermanos e hijos de efectos caídos en cumplimiento de su deber.
Los familiares arribaron a territorio insular a las 9.30 y alrededor de las 16, el grupo emprendió su regreso a Río Gallegos.
Durante 45 minutos, los familiares caminaron buscando la sepultura de su ser querido y el nombre del mismo en el cenotafio que tiene a cada caído "por orden alfabético y no por su rango o condición", tal como especificó la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.
Durante toda la estadía, los visitantes respondieron al respeto presentado por los anfitriones, quienes dispusieron baños químicos, carpas para resguardarse del viento y un buffet con café, té y pastelería alemana y británica.
Con el viaje de ayer se cerró la visita de los familiares de los caídos a las islas, con el objetivo no sólo de reencontrarse con los restos de sus seres queridos sino también de dejar inaugurado el monumento a los soldados argentinos muertos en el conflicto bélico de 1982. Con estos dos viajes, fueron a las islas 353 familiares.