Una foto -una más- entre Elisa Carrió y Mauricio Macri para mostrar unidad de Cambiemos. Esta vez fue en Olivos, tras la amenaza en pleno recinto de la jefa de la Coalición Cívica con renunciar al interbloque oficialista. "Que le quede claro a todo Cambiemos, la próxima rompo”, bramó Carrió con cientos de testigos. El Presidente esperaba compartir la foto del encuentro en sus redes sociales, según anunciaron en el Ejecutivo. Ni siquiera habría un comunicado de Presidencia, dijeron. Y así fue.

Cerca del Jefe de Estado y de la diputada insistieron en que no hubo una reunión a solas; salvo para la foto y que tampoco dialogaron sobre la media sanción del aborto legal, que resquebrajó -habrá que ver por cuánto tiempo- el funcionamiento del interbloque de Cambiemos.


En el Gobierno insistieron en que la visita de Carrió nada tenía que ver con sus amenazas públicas, cuyos colaboradores minimizaron al calificarla como una “calentura del momento”. Sin embargo, eligieron comunicar la imagen con el Presidente para saldar las dudas, que según los funcionarios fue nada más que un malentendido periodístico.

La paradoja es los diputados del oficialismo a favor de la ley, fuera de micrófono, sostienen lo contrario. Carrió tampoco ayudó con sus declaraciones antes de llegar a Olivos. En diálogo con La Nación, cargó contra el titular de Diputados Emilio Monzó, con quien tuvo diferentes cruces en la sesión del miércoles y jueves. "Monzó me ignora, no existo para él", sentenció. El titular de Diputados se llamó a silencio. Semanas atrás había recibido la orden del Ejecutivo de mantener una sesión calma. Entre otras cosas, sin el protagonismo de Carrió logró su objetivo.

En el medio de las dos reuniones de gestión que mantuvo finalmente Carrió en Olivos, tuvo tiempo para dialogar aparte con Marcos Peña. "Hablaron de fortalecer la cohesión del interbloque por esta grieta interna que se generó a raíz del tratamiento transversal de la legalización del aborto. Con esto se termina, porque con las próximas leyes no habrá disensos internos", contaron cerca de la diputada. La líder de la CC y el ministro coordinador trabaron en los últimos meses una confianza que antes no tenían. Carrió se jacta de que ella y él son los únicos que le dicen las cosas en la cara al Presidente. Se habían visto al principio del lunes en otra reunión de la que participó Mario Quintana.

La misma diputada anunció al llegar a Olivos que su presencia se debía a una reunión sobre un proyecto para Pymes exportadoras, aunque no dio más detalles. La acompañaron el Presidente, el jefe Gabinete Marcos Peña, el ministro de Producción Francisco Cabrera y el secretario de Comercio Miguel Braun, a quienes Carrió había visitado la semana pasada.