Al menos dos mil fieles del cardenal Eduardo Pironio y de la virgen de Luján, de diferentes países y provincias, se acercaron ayer al mediodía a la plaza de la basílica santuario de Nuestra Señora de Luján para presenciar la ceremonia de beatificación del religioso.

La ceremonia de beatificación de Pironio fue encabezada por el enviado del papa Francisco, el cardenal Francisco Vérgez Alzaga, quien durante 23 años fue secretario del religioso beatificado.

La celebración comenzó pasadas las 11 de la mañana, en la plaza General Belgrano, en un escenario montado frente a las puertas de la basílica santuario de Nuestra Señora de Luján.

Desde la puerta del Cabildo de la localidad bonaerense de Luján, salieron hacia el escenario junto al cardenal Francisco Vérgez de Alzaga; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Vicente Ojea, y el obispo de Chascomús, Monseñor Carlos Humberto Malfa.

Varios fieles se amontonaban alrededor con reposeras, botellas de aguas y mantas en el piso mientras otros elegían rincones con sombra.

Mientras se sostenían con mantas en la cabeza para hacer frente a algunos rayos de sol, Cristian Fernández, de 50 años, padre de un seminarista, miraba el escenario de lejos junto a su hija de 10 años.

"Este momento es muy emocionante", compartió a Fernández, oriundo de la localidad bonaerense de Dorrego.

Entre tanto, desde el escenario se leyó en italiano y castellano la carta apostólica escrita por el papa Francisco.

"Concedemos que el venerable Eduardo Francisco Pironio sea llamado beato", atestiguaron las palabras del papa Francisco.

El anuncio de la beatificación se da luego de que, en primer lugar, una junta de médicos del Vaticano constatara que la curación del bebe de 15 meses, Juan Manuel Franco, "supera la ciencia médica".

El niño marplatense aspiró accidentalmente purpurina en el año 2006 y tras quedar en estado de coma, su madre le rezó a una estampita de Pironio y su hijo sobrevivió.

Desde el escenario, se invitó a la familia Franco, Juan Manuel de 18 años, sus dos hermanos y su madre: subieron con las "reliquias" o restos del cardenal Pironio. Se realizó una bendición a las reliquias con incienso.

Eduardo Pironio (1920-1998) nació en 9 de Julio (Buenos Aires). Fue ordenado a sus 23 años como sacerdote en el santuario de Nuestra Señora de Luján en 1943. Fue ungido como obispo en 1964 y cardenal, en 1976.

Fue obispo como auxiliar en La Plata (1964) y obispo titular en Mar del Plata (1972-1975). San Juan Pablo II le pidió que asumiera como Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. Inspiró las Jornadas Mundiales de la Juventud.