Cuando se observa las grandes extensiones de tierra cultivada y los viñedos que empiezan a brotar al lado del cerro Pie de Palo, es difícil imaginar que hace más de un siglo el lugar era un inmenso salitral. La gente dice que se produjo un milagro. Que fue San Isidro Labrador el responsable de ganarle al desierto. Es por eso que lo convirtieron en su patrono. Para honrarlo, la calle principal lleva su nombre, al igual que una bodega, varios almacenes y el club. Hay dos capillas en su honor y no hay casa que no tenga una gruta con su imagen. Y obviamente, el pueblo también lleva su nombre, San Isidro, que está en el departamento de San Martín, a 22 kilómetros de la ciudad de San Juan.

Para los lugareños, el tesoro más preciado es la primera imagen de San Isidro, tallada en madera, que trajeron los inmigrantes españoles hace más de un siglo. La tienen guardada bajo llave, en una gruta de piedra con puertas de vidrio, justo en la entrada de la capilla que está en el barrio Independencia.

Semejante devoción hizo que el investigador Edmundo Delgado le dedicara un capítulo completo en su libro "Religión y devoción en el departamento San Martín". "Constituye una auténtica expresión del catolicismo popular", escribió Delgado.

La primera capilla que construyó en su honor estaba sobre la calle San Isidro, pero el terremoto la destruyó completamente. Después levantaron una en el barrio independencia. Se trata de una construcción de block que conserva el viejo techo de caña y palo. Al lado de esta capilla, están construyendo otra más grande. "El lugar nos quedó chico, son tantos los devotos que vienen que la mayoría de las veces la misa se hace en el patio", contó Rosa.

En mayo, San Isidro se viste de fiesta. Durante ese mes realizan las patronales en honor al santo. Es el momento que los lugareños tienen para agradecer y para pedir. Además, es cuando se bendice los elementos de labranza.