Un niño fue encontrado ayer asesinado en un descampado en la ciudad balnearia bonaerense de Ostende, y por el crimen aprehendieron a su padre y a su madre, informaron fuentes policiales y judiciales.

Los investigadores creen que el acusado, identificado como Leonardo Aguilera (30), asfixió a su hijo, de entre uno y dos años, durante una discusión con una expareja y madre del chico, cuyo cuerpo pudo haber sido atacado por perros ya que estaba desmembrado.

Fuentes policiales y judiciales informaron que el cadáver fue hallado ayer por la mañana en un descampado del mencionado distrito del partido de Pinamar. Un hombre que caminaba por el lugar fue quien encontró el cuerpo en ese predio, a 25 cuadras del mar, y de inmediato se comunicó con la comisaría de la zona.

Los policías que llegaron al lugar se encontraron con el niño fallecido, con lesiones por golpes en el rostro y profundas lesiones en la garganta y en los brazos, que quedaron prácticamente desmembrados, dijo un jefe policial.

La principal sospecha es que la víctima, de nombre Benjamín, fue asfixiada cuando su padre y su madre discutieron, pero que no fue degollado ni mutilado por el agresor. Una de las hipótesis es que el niño era un hijo extra matrimonial de Aguilera y que su expareja lo había ‘amenazado‘ con contarle esta situación a la actual esposa del imputado, dijeron los voceros.

La Policía detuvo a la madre del niño, de 22 años, quien dijo ante los efectivos que su marido y padre del menor perpetró un ataque brutal a golpes contra el niño. ‘Se asustaron ante la muerte del niño y tiraron el cuerpo al basural‘, afirmaron fuentes de la fuerza.

Manifestaron que la mujer declaró que su marido ‘es alcohólico‘. Otra versión es que el padre del niño le tapó la boca a su hijo debido a los llantos de éste y que cuando se dio cuenta de que estaba muerto lo llevó al descampado.

La pesquisa se orientó a que el homicidio pudo estar vinculado a un conflicto familiar y sospechan que el niño fue asesinado en otro sitio y arrojado a ese descampado durante la madrugada. En el lugar del hecho, trabajaban los forenses en el levantamiento de rastros. Además, el personal policial buscaba testigos que pudieran haber visto a la persona que arrojó el cuerpo de Benjamín y también a vecinos que hayan escuchado la presunta discusión entre sus padres. Fuentes policiales afirmaron que el hecho fue cometido hace dos o tres días.