Los restos del barco "Endurance", del explorador angloirlandés sir Ernest Shackleton, fueron encontrados en la Antártida, a unos 500 kilómetros de la Base Marambio, después de haber protagonizado hace más de 100 años uno de los naufragios más famosos del mundo, informaron ayer los responsables de la expedición.


El barco fue hallado a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Weddell y a unos seis kilómetros al sur del lugar en que se hundió, al sur-sureste de la Base Marambio (Antártida Argentina).


"Estamos abrumados por nuestra buena fortuna", dijo el director de la expedición, Mensun Bond, en un comunicado publicado ayer. "Este es, por lejos, el mejor barco de madera hundido que he visto en mi vida. Está erguido, orgulloso en el fondo marino", señaló Bond. La expedición de búsqueda zarpó de Sudáfrica el pasado 5 de febrero con la esperanza de encontrar estos restos. El equipo de trabajo usó dos drones submarinos para explorar la zona, descrita por Shackleton como la "peor parte del peor mar del mundo".


Hace más de un siglo, Shackleton quiso cruzar la Antártida, en una travesía de 2.900 kilómetros, pero en 1915 el navío se vio atrapado en la capa de hielo de Weddell.


"Es una de las expediciones más conocidas y es la última gran expedición de lo que se conoce como la época heroica en la Antártida", explicó el historiador Pablo Fontana.


El barco permaneció bloqueado durante meses, fue perforado por el hielo y se hundió: los 28 hombres a bordo pudieron refugiarse en la Isla Elefante. Sobre las características de la zona en donde fue encontrado el Endurance, Fontana precisó que es "una de las más peligrosas" porque la superficie del mar permanece congelada con presencia de grandes témpanos. "Es casi como el Titanic, pero más riesgoso porque donde fue hallado el Titanic no se congela el mar", apuntó. El descubrimiento es un hito ya que no hay otros antecedentes de hallazgos similares en la Antártida porque "los barcos que se hundieron se perdieron en zonas de poca profundidad y fueron destruidos por los témpanos", precisan los investigadores.


Télam