
La indignación recorrió el departamento sureño de Mendoza, Malargüe, luego de que un cura le negara la comunión a una niña con síndrome de Down.
La madre dio detalles de lo ocurrido durante la madrugada del sábado en su cuenta de Facebook.
Luego del incidente, vecinos realizaron un cacerolazo frente a la iglesia. El diario Media Mendoza rescató algunos sentimientos de los presentes.
“Lo que han hecho con esta niña me parece terrible”, afirmó una de las presentes. “No nos sentimos identificados con la diócesis que hoy nos toca soportar”.
Los protestantes, que se declaraban “amantes de la iglesia católica”, aseguraron que las decisiones de la diócesis son “injustas” y “no representan” sus creencias. “Es arcaica y cerrada”, dijo otra de las manifestantes.
Ayer además se publicó una entrevista con los padres de la pequeña, que no dudaron en expresar su indignación. “Se levantaba, se cambiaba; estaba siempre lista, y se iba. Nunca renegó; era una felicidad para ella ir, miércoles y viernes. Siempre contenta; nunca un berrinche. Al contrario, vive diciendo que ama a Dios y a la Virgen, y que ella sabe a quién va a recibir”, indicó la madre de María Fernanda.
Juan Carlos, padre de la chica, destacó que “mi hija fue a baile, a patín, a la pileta, está con nosotros siempre en el negocio en contacto con la gente. En el único lugar en que le han cerrado las puertas es en la iglesia católica”.
“Los niños, cualquier niño, se respeta”, afirmó el hombre. “Queremos que esto sirva para que no vuelva a ocurrir”, agregó la madre de María Fernanda. “Mi hija es lo más grande que tengo”, se enorgulleció su padre. “Es pura felicidad. El cura me dijo, es un ángel’. Y yo le pregunto, entonces, ¿qué más necesita?”.
Fuente: MDZ
