La imagen de un chico de nueve años que llora mientras escenifica una crucifixión frente a una multitud de niños y adultos causó polémica y rompió con la paz de la localidad jujeña de Humahuaca.

 

El hecho ocurrió el miércoles pasado durante una “marcha por la paz y la justicia” convocada por el cura Jesús Olmedo, con apoyo del ministerio de Educación de Jujuy y de las escuelas del pueblo.

 

En las fotografías se ve a un niño, junto a otras cuatro personas, atado a unas tablas de madera con forma de cruz. El hecho habría trascurrido por más de tres horas. El cansancio y el frío provocaron el llanto del menor, que pidió que lo bajaran, según reconstruyó el diario Página 12. “Me están diciendo que el niño está derramando lágrimas de dolor y me preguntan si ya lo pueden bajar”, habrían sido los dichos del cura en medio del acto.

 

Según el matutino, las escuelas de la localidad mandaron a las familias de los alumnos una autorización que invitaba “a participar de la Marcha por La Paz el día miércoles 7 de junio entre las 9 y las 12.15 horas”. No obstante, no se aclaraba que, durante esas tres horas, un chico de nueve años, junto a un adolescente, iban a ser crucificado frente a todo el pueblo.

 

En comunicación con Perfil, Olmedo aseguró que fue el niño "el que pidió" participar de la crucifixión. "Fue él el que pidió participar porque su madre también iba a ir. Si alguien dice que eso es un delito que tenga valentía y lo denuncie. Yo me hago responsable. Y que se preocupen que hay mucha hambre en la patria y guerra en el mundo", se defendió.

 

El religioso aseguró que la convocatoria buscaba generar "conciencia" sobre las consecuencias de la guerra "sin divisiones entre católicos, judíos o musulmanes". Según contó, la movilización se realizó "por todo el centro de la Ciudad y terminó en el Monumento a la Independencia", donde realizaron un acto y cantaron una canción de León Gieco.