Aunque aún falta que se conozca el dato salarial de febrero que integra la fórmula de movilidad, en la ANSeS estiman que en marzo el aumento trimestral de las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales rondará entre el 11% y 12%.
Este incremento comprende a 18 millones de personas porque incluye también las Asignaciones Familiares, la Asignación Universal por Hijo, pensiones no contributivas y PUAM (pensión universal al adulto mayor). Y debe aplicarse a partir del 1° de marzo hasta el 31 de mayo.
Este aumento no incluye a los jubilados y pensionados de regímenes especiales, como docentes, docentes universitarios, Luz y Fuerza, Poder Judicial, que disponen de índices propios.
El 11/12% de marzo sería superior al 9,92% que hubiera arrojado el aumento con la fórmula del gobierno de Mauricio Macri.
Por la mayor inflación de enero, que sería similar a la de diciembre (3,8%), más la de febrero y marzo, este aumento del 11/12% podría ser levemente inferior o igualar a la inflación. Y la fórmula de movilidad no tiene una garantía o un “piso” que indique que el aumento previsional no puede ser menor a la suba de los precios.
De las 2 variables clave de la fórmula, la recaudación tributaria tuvo una mejora superior a la de los salarios.
El haber mínimo de $ 29.062 subiría a poco más de $ 32.000. La PUAM de $ 23.249 a más de $ 25.800. Las pensiones no contributivas de $ 20.343 a más de $ 22.500. Y el haber máximo de $ 195.557 a más de $ 217.000.
El aumento surge de la fórmula de movilidad que combina una mitad de la variación trimestral de los salarios, según el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables que elabora Seguridad Social) y el Índice de Salarios del INDEC, de ambos el mayor.
La otra mitad de la fórmula se compone de la variación interanual trimestral de la recaudación impositiva por beneficiario que va a la Seguridad Social. El índice salarial del INDEC de febrero aún no fue publicado (se difundirá el próximo jueves), en tanto que la suba trimestral del RIPTE fue del 9%.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), "el gasto en jubilaciones y pensiones (incluyendo bonos, transferencias al INSSJP -PAMI- y pensiones no contributivas) presenta una trayectoria decreciente, pasando de 9,8% del PIB en 2017 a 8,4% en 2021 y acumulando una caída de casi el 15% medido en moneda constante".
Durante 2018/2019, las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales tuvieron un deterioro del 18,5% en relación a la inflación.
En 2020, con los aumentos diferenciados por decreto las jubilaciones y pensiones aumentaron entre el 35,3% y el 24,3% versus una inflación del 36,1%. Los que cobran haberes más bajos recibieron bonos en compensación por las pérdidas inter-trimestrales, mientras los jubilados de haberes medios y más altos registraron una pérdida significativa.
En 2021, con una inflación del 50,9%, punta a punta los aumentos fueron del 52,7% también con bonos para los que ganan haberes más bajos por las pérdidas inter-trimestrales.
Fuente: Clarín