Bariloche, 18 de junio.- Opciones y cenizas sobran. Pero en los pueblos y ciudades de la Patagonia argentina, afectados como pocas veces por un volcán, aún no están del todo seguros respecto de qué hacer con las toneladas que les hizo llover el complejo Cordón Caulle-Puyehue. Se barajan distintas opciones, algunas más cuerdas, como usarlas como material para la construcción; otras ideas lucen menos sensatas, como cuando se habla de usarlas como crema exfoliante para la piel. Y no faltará quien la envase y la guarde para que los turistas compren “cenizas del Puyehue”, en memoria de la peor erupción en los últimos diez mil años para las zonas de Villa La Angostura e Ingeniero Jacobacci, según un informe del Conicet.
Pero lo cierto es que ninguno de sus usos ha sido enteramente aprobado: están sujetos a análisis químicos que aún habrá que hacer. Pero antes que nada a los funcionarios y especialistas les interesa confirmar que no resulten tóxicas, tal como indicó un informe de la CNEA. Sin embargo Raúl Montenegro, profesor de la Universidad de Córdoba, considera que las cenizas contienen cancerígenos y su aspiración es nociva para la salud.
“Primero hay que ver bien cómo afectan la calidad del agua, el aire y qué efectos tienen sobre el suelo”, dijo el geólogo Gustavo Villarrosa, miembro del grupo técnico científico que formó Bariloche. “Antes de usarlas para hacer cemento, o para ladrillos, hay que caracterizarlas técnicamente, tenemos que hacer ensayos. Y por más que les encontremos usos, la mayor parte va a ir a repositorios”, agregó el investigador del Conicet.
Hasta ahora, a la cantera municipal, a la delegación El Cóndor y a empresas privadas (los tres destinos elegidos) ya han llegado tres mil camiones cargados, según el subsecretario de obras y servicio municipal municipal Ariel Salemme. Además, los vecinos se pondrán manos a la obra domingo y lunes para seguir la limpieza de la ciudad.
Si bien piden mantenerlo en reserva, un grupo de bomberos admitió que ya la usaron para terminar el paredón del frente de la casa de uno de ellos. “Juntamos bolsas en el cuartel, luego de recogerla de casas del vecindario. Era bastante. Uno de nosotros, que además es albañil, nos indicó cómo usarla”, comentaron.
Y la misma municipalidad de Bariloche, en una comunicación oficial, evalúa construir bloques y hacer consolidado de las calles, según contó Víctor Báez, decano de la sede Bariloche de la Universidad del Comahue. El peligro es que sea corrosiva y que no sirva más que para baldosas.
Por su parte, el INTA, a través del director del Centro de Investigación de Recursos Naturales, Roberto Casas, se refirió a los posibles efectos positivos de las cenizas en el suelo, ya que favorecerían la infiltración de químicos fertilizantes y agua. Pero también, en este caso, hace falta pasar por el microscopio para analizarlas. En esta cuestión también hay opiniones encontradas. En Los Antiguos, población afectada hace exactamente veinte años por la erupción del volcán Hudson, no están del todo de acuerdo. Jorge Seguel, presidente de la cooperativa local El Oasis, dijo que “lo que nosotros comprobamos con análisis de suelo es que el material que cayó era neutro, no nos favoreció ni nos perjudicó. Los análisis determinaron que no se agregó nada a la tierra. Si algunas partes de nuestro suelo se favorecieron fue porque ablandó la tierra”, remarcó. Opciones y cenizas sobran. Aún faltan certezas.
Bajo el lema “Bariloche, mi casa”, la Red Solidaria Bariloche convocó a una Jornada de Limpieza comunitaria para el lunes a la mañana en el Centro Cívico de Bariloche. El desafío es desterrar la ceniza volcánica de la ciudad. Los vecinos “comprometidos con la causa” deberán llevar escobas, palas, guantes, antiparras y carretillas. Sin olvidar los barbijos.
“Elegimos el Día de la Bandera por su simbolismo. Vamos a cantar todos juntos el Himno Nacional para inmediatamente después, comenzar con las tareas de limpieza en las calles de la ciudad. Pretendemos unir nuestras fuerzas en torno a un mismo deseo: que Bariloche vuelva a brillar”, explicó Vanesa Vicente, una de las impulsoras.
La Subsecretaría de Obras y Servicios Públicos proveerá de camiones, volquetes y máquinas; mientras que la Secretaría de Transporte cerrará la circulación para que los vecinos puedan limpiar de manera ordenada. Ayer, la Legislatura rionegrina definió como “zona de desastre” a las áreas afectadas.
