Los humedales argentinos, que conforman el 23% del territorio nacional, serán monitoreados para evaluar sus cambios y se los estudiará para conocer en detalle las funciones ecológicas que cumplen a través de un inventario que fue anunciado ayer por el Ministerio de Ambiente de la Nación.
‘El inventario es un insumo imprescindible para aprovechar los humedales y para realizarlo hay que incluir a los diferentes niveles del Estado junto a instituciones y universidades’, dijo el rabino Sergio Bergman, ministro de Ambiente.
El funcionario dijo que los inventarios ‘se van a hacer en todos los humedales del país, incluida la cuenca del Río de La Plata dónde las urbanizaciones han avanzado sobre humedales y en esas situaciones será la justicia la que resuelva muchos conflictos con los códigos de urbanización de las distintas jurisdicciones’.
Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o, por lo menos, con el suelo saturado con agua, y constituyen uno de los entornos más productivos del mundo, que funcionan como fuente de agua y sustento, no solo para una gran cantidad de especies de animales y vegetales, sino también para las personas.
El trabajo se llevará adelante en tres etapas. En la primera se identificarán las principales regiones y subregiones; en la segunda, los sistemas y subsistemas de humedales; y en la tercera se delimitarán las unidades prioritarias.
Los humedales son también esenciales para la preservación de las reservas de agua dulce.
Se estima que el agua subterránea representa el 95 por ciento del agua dulce disponible en el planeta y cuando se encuentran situados sobre sedimentos y rocas permeables, permiten que el agua que retienen se filtre a través del suelo y recargue los acuíferos.
