El presidente Alberto Fernández destacó hoy que pudo llevar a la Cumbre del G7 en Alemania la "voz del continente" para plantearle al mundo cómo la región "padecía los efectos de la guerra" en Ucrania.

Al brindar una conferencia de prensa tras la reunión plenaria del foro, el mandatario destacó: "Pude reclamar algo que vengo reclamando hace tiempo, que todos nos pongamos a trabajar para que esta guerra termine cuanto antes, porque está trayendo un daño indiscutible con el aumento de los precios en energía, y eso es el prolegómeno de una hambruna que puede afectar a 300 millones de habitantes".

También insistió en la necesidad de rediseñar las finanzas internacionales, al advertir que "el problema no es la pobreza, sino el modelo económico que la genera".

"Manifesté el compromiso de la Argentina con el tema climático, lo injusto que es cómo se plantea ese problema en el mundo central; la importancia de igualar los géneros y terminar con cualquier tipo de discriminación", enumeró el mandatario.

En esa línea, dijo que se iba "satisfecho" por haber podido "cumplir el cometido que se había fijado", en referencia a "traer la voz de los que no siempre se escuchan".

Fernández clamó por la necesidad del "diálogo" para alcanzar el "cese de hostilidades" entre Rusia y Ucrania, abogó "por la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo" y celebró los debates sobre "impuestos que corrijan la concentración del ingreso", al participar de la cumbre del G7 que se celebra en Munich, Alemania.

El mandatario señaló que su presencia en el G7 es en representación de la Argentina pero también en su calidad de presidente pro-témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), espacio al que definió como un "foro de diálogo y concertación que representa a 650 millones de habitantes".