Con reservas casi agonizando, importaciones frenadas e incertidumbre por alzas del dólar blue en los últimos días, el ministro de Economía, Sergio Massa, postergó hasta después de las elecciones del 22 de octubre tres pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se trata de vencimientos por un total de U$S 2.600 millones del calendario original que preveía tres fechas para cumplir esas obligaciones: hoy, U$S 1.280 millones; el 12 de octubre, U$S 640 millones y U$S 673 millones el último día hábil del mes. La reprogramación del pago que aceptó el organismo financiero internacional se da en medio de un fuerte incertidumbre por la falta de dólares que derivó ayer en allanamientos de bancos y cuevas. La jornada funcionó como un feriado cambiario. La suma de los tres vencimientos de la deuda con el FMI se pagará a fin de mes, consignaron fuentes del Palacio de Hacienda que conduce el también candidato a presidente Massa.

Un reciente documento del FMI reveló el diagnóstico y la reformulación del programa detallado, considerando el impacto de la sequía para Argentina, y prevé entre las metas que el país acumule U$S 8.000 millones en reservas hasta fin de año.

El "staff report", que se conoció públicamente después de que el directorio aprobó el préstamo para Argentina por U$S 7.500 millones, plantea un escenario base de las metas del programa con el Fondo: para 2023 prevé una caída de 2,5% del Producto Bruto Interno "debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía y políticas macroeconómicas más estrictas".

En cuanto a la inflación, "se espera que alcance el 120% interanual para fines de 2023, aunque esto dependerá de la evolución del traspaso del tipo de cambio a precios".

Sin embargo, "se espera que la balanza comercial mejore durante el resto de 2023, respaldada por mejoras en el balance energético tras la finalización de la primera fase del gasoducto" Kirchner.

Asimismo, el FMI considera que "se prevé que el nuevo paquete de políticas aumentará las reservas internacionales netas en aproximadamente 8.000 millones de dólares entre agosto y diciembre". Pero este escenario es rotundamente incierto en medio de la gran volatilidad del mercado cambiario que tiene al dólar Contado con Liquidación pasando la barrera de la $900. El miércoles, el blue tuvo un gran aumento y ayer vivió una especie de feriado cambiario.

Ayer, Massa sacó a la city porteña a los sabuesos de la Dirección General de Aduanas (DGA), de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la división de Lavado de Activos de la Policía Federal Argentina (PFA) para realizar unos 50 allanamientos en 18 bancos y cuevas donde se venden dólares.

Este operativo se dio en el marco de una denuncia por la presunta fuga de U$S 400 millones por parte de 176 empresas a través de falsas importaciones con el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).

La maniobra, realizada por 176 empresas entre julio de 2020 y julio de 2022, consistió en simular importaciones, utilizando documentación y SIMIs falsas, con el objetivo de fugar divisas al exterior. "Básicamente lo que hicieron fue simular operaciones de importación. Nunca importaron nada a la Argentina y giraron al exterior U$S 400 millones", precisó el titular de la DGA, Guillermo Michel.

 

Un riesgo con nivel récord

El Gobierno paralizó ayer la cotización del dólar blue con operativos en las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. El miércoles, el blue subió hasta alcanzar el récord histórico de $845.

Los allanamientos fueron suficientes para frenar las ventas del dólar blue. "No estamos operando", es la respuesta que brindaron las cuevas porteñas de la calle Florida. Si bien el valor del tipo de cambio paralelo no es único, ya que se trata de un mercado informal, los principales jugadores del mercado suelen coincidir en precio. Es ahí cuando aparece el valor promedio del blue, que se da a conocer en los portales. Algunas pocas cuevas de Palermo vendieron a $870 y en el interior, a $900. El riesgo país llegó a 2.719 puntos, el valor más alto en un año.

FMI