La presidenta Cristina Fernández se reunió ayer, sorpresivamente, con el designado arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en su despacho de la Casa de Gobierno, con quien además visitó el oratorio Cristo Rey.

La jefa de Estado recibió a Poli, quien sucederá a Bergoglio en el Arzobispado, en virtud de que no podrá asistir a la ceremonia de asunción prevista para este sábado en la Catedral Metropolitana, por su viaje a Venezuela. Sin información previa, el encuentro se produjo al mediodía, y se prolongó por una hora, aunque no hubo acceso al periodismo ni se informaron los temas conversados. Luego de dialogar en el Despacho Presidencial, ambos se dirigieron al oratorio Cristo Rey, ubicado en la planta baja del edificio.

Antes de abandonar la capilla, Poli ofreció la bendición a los representantes de la prensa y a los empleados de Gobierno que se encontraban rodeando el pequeño templo. Al finalizar el encuentro, un colaborador de Poli comentó a la prensa que ‘su responsabilidad es grande, aunque no está solo en esta nueva misión, ya que tiene el incondicional apoyo de Francisco, su amigo y con el que mantendrá una relación directa en un constante diálogo‘.

Días atrás, el sucesor de Bergoglio en la arquidiócesis porteña, ya había manifestado su esperanza de que Cristina Fernández ‘vuelva al Tedeum de la Catedral porteña’ (que se realizará el próximo 25 de Mayo) y que se pueda romper una tradición que impuso Néstor Kirchner desde el 2005, pero desde la Casa Rosada anticiparon que la mandataria no asistiría.

El pasado sábado, el prelado expresó que sería una buena señal y que ‘es muy probable’ que la mandataria asista a la Catedral ese día, ya que recordó que ‘estamos cerca de las elecciones, así que va a ser un 25 para rezar por la patria, para que nos vaya bien. Es más que probable y así lo deseo, ¡qué vuelva! Es su casa’.

Al encuentro con Poli en Casa Rosada, se le suma la reunión que mantuvo la semana pasada con el titular de la Conferencia Episcopal, monseñor José María Arancedo, algo que se sintoniza con el acercamiento que tuvo la mandataria a la Iglesia en los últimos meses. La relación del oficialismo con la Iglesia venía desgastada luego de varias idas y vueltas, pero en el último tiempo la mandataria tuvo un giro luego de que Jorge Bergoglio asumiera como papa, acto en el que Cristina estuvo presente y se la vio emocionada por la designación.