El ministro de Economía, Sergio Massa, designó a Gabriel Rubinstein al frente de la Secretaría de Programación Económica, informaron fuentes del Palacio de Hacienda.

Rubinstein, que en los hechos ocupará el rol de viceministro de Economía, es un economista de vasta trayectoria que se desempeñaba actualmente como director ejecutivo de la consultora GRA.

En el sector público fue representante del Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante la gestión de Roberto Lavagna, entre 2002 y 2005.

En aquel período se destacó por formar parte del grupo negociador de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el ámbito privado fue director ejecutivo de la Bolsa de Comercio Buenos Aires y coordinador General de Estudio Broda.

En una de sus recientes definiciones en Twitter expresó que "lo urgente es terminar con el desequilibrio fiscal, mejorar la credibilidad interna y externa (desde lo político) para fortalecer reservas y mantener un endeudamiento responsable".

"Bajo estas condiciones, la inflación podría comenzar a estabilizarse. Caso contrario, el riesgo hiperinflacionario seguirá cada vez más fuerte", indicó Rubinstein.

Pese a su buena relación con el titular del Banco Central, Miguel Pesce, fuentes consultadas afirman que Rubinstein, un macroeconomista muy conocido por el mercado, suele ser el más crítico en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza la autoridad monetaria, entre 50 analistas.

Ortodoxo pero no ultra, Rubinstein será seguramente el interlocutor con el equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) responsable del seguimiento del acuerdo con Argentina.

Numerosos escritos dan cuenta de su visión, en los que trasuntaba una fuerte expectativa positiva de la llegada de Massa.

Hace apenas días, Rubinstein describía como "escenario base" para la economía, con 40% de probabilidades, uno de efectiva baja del déficit fiscal.

Otra condición es mejorar el frente externo. Y allí sugirió que "en la emergencia" sería "mucho mejor" definir pagos que se cursaran por el Mercado Único y Libre de Cambios de toda clase de bienes y servicios y crear un segundo mercado (vinculado con el MEP), donde se puedan cursar el dólar ahorro, turismo, tarjetas y, si fuera necesario, consumos suntuarios: whisky, marcas sofisticadas, con la expresa aclaración de que no debía incluirse al café.

Rubinstein consideró acertada la intervención del Central al sostener los bonos en pesos, sin la cual –dijo- "el Gobierno no hubiera podido colocar nada y sin emisión de pesos, debería haber "reperfilado" la deuda (default). Entonces, seguramente, el dólar contado con liquidación hubiera "volado" más".

Allí es que dio un consejo que seguramente valdrá en su gestión con Massa: "Habría que profundizar este camino". Lo cual es tanto un aval a Pesce en el BCRA como un augurio de nuevas subas de las tasas para cumplir con la promesa hecha al FMI de que el gobierno aplicará tasas reales "positivas", superiores a la inflación.

Rubinstein es partidario de "suavidad" en la indexación de precios y salarios: "Si el Gobierno está convencido de que bajará el déficit, y congruente a ello, disminuirá la inflación, debería ser cuidadoso con la suba de salarios, dólar y los precios cuidados". Rubinstein calculaba en ese "escenario base" un dólar oficial que subiría entre 4 y 5% mensual. Y el Producto Bruto Interno crecería apenas 1,5%, el año próximo.

¿Y la inflación?

La inflación llegará al 90,2% en 2022 según los analistas económicos que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) cuyos pronósticos son recopilados cada mes por el Banco Central. Implica una enorme suba de 14,2 puntos porcentuales.

  • 'No nos van a doblegar', dijo Alberto en un inédito acto

 

El primero. Alberto compartió ayer el primer acto con Massa, desde que asumió el funcionario.

El presidente Alberto Fernández compartió ayer un acto con el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, en Cañada de Gómez, donde se puso oficialmente en marcha el nuevo ferrocarril que llegará hasta la ciudad de Rosario.

Durante su discurso, el jefe de Estado miró al flamante funcionario y aseguró: "Claramente pasamos momentos económicos difíciles y algunos se encargan de hacérmelas más difícil, pero aún así ni siquiera la voluntad de ellos va a doblegar nuestra decisión. Sergio sabe como yo la obligación que tenemos con cada uno, con cada una de ustedes y esa obligación no va a parar, no va a parar ninguna de las 5000 obras públicas que estamos haciendo a lo largo y a lo ancho del país, no van a parar las 100 escuelas técnicas, no van a parar las 120 mil viviendas que estamos construyendo porque nuestro deber está con ustedes, no con otros".

Antes, el jefe de Estado había convocado a la unión de los argentinos. "Tenemos que unirnos más que nunca y no hablo sólo de nuestros compañeros del Frente de Todos, por cuya unidad luché y lucharé; tenemos que dar un paso más con la unidad de los argentinos y las argentinas", dijo. Y agregó: "Tenemos una gran oportunidad y no debemos desperdiciarla".

Fernández y Massa compartieron un acto público por primera vez desde los cambios dispuestos en el Ministerio de Economía.

El nuevo servicio ferroviario permitirá que 2 mil pasajeros diarios puedan movilizarse entre los 71 kilómetros que separan a las estaciones de Rosario Norte y Cañada de Gómez, un recorrido que demanda dos horas y diez minutos, que posee paradas intermedias en Correa, , San Gerónimo, Roldán, Funes y Antártida Argentina.

El presidente Alberto Fernández arribó ayer pasadas las 12.50 a la ciudad santafesina de Cañada de Gómez junto al ministro de Economía Sergio Massa.