La piedra en el zapato. Con la salida del senador cordobés Carlos Caserio, quien tenía dos años más de mandato, se diluyó la amenaza de ruptura del bloque. Su reemplazante en la banca, la Defensora de Niños de Córdoba, Amelia López.

La resistencia de algunos popes del PJ de la Cámara Alta a tener de jefa a Anabel Fernández Sagasti, mujer, joven, sin mucha experiencia de liderazgo, y que viene de perder en su primer intento para ser gobernadora de la provincia de Mendoza, había abierto una grieta entre peronistas y kirchneristas en el Senado.

La legisladora mendocina que responde a La Cámpora, que fue nominada por Cristina Fernández de Kirchner, no terminó de convencer y ante la amenaza de una ruptura que derivara en la conformación de dos bloques -el del Justicialismo y el del Frente para la Victoria- la vicepresidenta jugó otra carta y ganó la pulseada: Alberto Fernández iniciará su mandato el 10 de diciembre con bloque unificado en una sola bancada en el Senado que estará bajo la batuta del senador peronista formoseño José Mayans que responde al gobernador Gildo Insfrán.

Mayans, aunque no integra el lote de senadores K, fue la carta de cambio que se jugó CFK para mantener unida a la tropa en el Frente de Todos bajo su mando.

Así, el flamante nuevo jefe del bloque comandará un grupo de 39 senadores, dos más de los necesarios para el quórum, que representarán al presidente electo, a su vicepresidenta y a los gobernadores.

Fuentes del próximo oficialismo afirmaron, además, que el actual jefe del bloque Justicialista, el cordobés Carlos Caserio, que se resistía a trabajar bajo las ordenes de un senador K impuesto por Cristina, aceptó el ofrecimiento de Alberto para integrarse al próximo Gabinete nacional a cambio de allanarle el camino al armado que Cristina pensó para ostentar todo el poder del Congreso: Ella, como vicepresidenta, ocupará la presidencia del Senado, su delfín, Mayans será el jefe del bloque unificado y su hijo, Máximo Kirchner, será el jefe del bloque PJ-kirchnerismo en la Cámara de Diputados.

La decisión de entronizar a Mayans se tomó durante una reunión de la que participaron algunos de los senadores que respaldaron abiertamente al presidente electo, y que habían dejado en claro que no querían unificar la bancada con el kirchnerismo.

Durante el encuentro, del que participaron Caserio y Mayans, además de los chubutenses Juan Mario Pais y Alfredo Luenzo, y del jujeño Guillermo Snopek, el senador por Córdoba les anunció que pensaba aceptar la propuesta de Fernández de integrar el Gabinete nacional a partir del 10 de diciembre.

Sin embargo, no les indicó cuál podría ser su destino en el organigrama del Poder Ejecutivo Nacional.

Asimismo, les trajo el pedido del mandatario electo de aceptar la unificación de la bancada en un solo bloque y no en un interbloque, como habían propuesto algunos legisladores.

Los senadores presentes, además, tomaron como una ganancia en la negociación con el kirchnerismo que el presidente del oficialismo en el Senado sea uno de ellos, y por eso apoyaron la futura designación de Mayans.

Fernández le había ofrecido el miércoles a Caserio, uno de los más duros opositores a la idea de unificar bloques con el kirchnerismo, un lugar en su equipo de trabajo.

"Somos dirigentes, siempre hay una diferencia entre dirigentes y empleados. Nos gusta discutir nuestras ideas", había dicho Caserio. Sin embargo, tras recibir la propuesta de Fernández argumentó que iba a "pensarlo", porque se trataba de "un ministerio para Córdoba", aunque describió que la relación con el gobernador Juan Schiaretti "es fría".


Otro freno K para el proyecto Ficha Limpia

El interbloque Cambiemos no consiguió ayer quórum en la sesión que había impulsado en la Cámara de Diputados para debatir el proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que puedan ser candidatos aquellos dirigentes que se encuentren condenados por actos de corrupción. De este modo, el dictamen perderá estado el próximo 30 de noviembre con la renovación del cuerpo parlamentario, con lo cual debería volver a presentarse el proyecto y comenzar todo el proceso de discusión en la comisión de Asuntos Constitucionales. El oficialismo, junto a Consenso Federal y Argentina Federal, pudo reunir 101 diputados de los 129 necesarios para habilitar la discusión en la sesión especial.