Luego de que Cristina Kirchner acusara al Gobierno de someterla a un "nuevo acto de persecución", en referencia el juicio oral que comenzará este martes, el Gobierno salió rápidamente a responder. Fue el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien en declaraciones radiales negó las acusaciones. "Es un acto de justicia, con magistrados que fueron designados en su gestión o la de su marido", le respondió.

La senadora de Unidad Ciudadana se refirió al proceso, a través de una serie de tuits, como "un nuevo acto de persecución" y lo vinculó al "objetivo" del Gobierno de "colocar a una expresidenta opositora en el banquillo de los acusados en plena campaña presidencial". El debate empieza pocos días después de que sorprendiera con la confirmación de su precandidatura a la vicepresidencia, en una lista encabezada por Alberto Fernández.

Garavano, por su parte, afirmó: "Lo que dice Cristina no es cierto, ella forma parte de un proceso que empezó y llega a una etapa en la que tiene la posibilidad de defensa. Ahora el fiscal deberá probar que las personas acusadas cometieron delitos, con todos jueces designados durante de su gestión".

Además criticó al precandidato presidencial, Alberto Fernández, quien advirtió que los jueces que investigan a Cristina tendrán que dar "explicaciones". "Es preocupante porque uno de los motivos por los que no tendrían que ser removidos los jueces es por el contenido de sus fallos. Lo veo como un ataque a la Justicia", sostuvo en una entrevista a Radio La Red.

"El Gobierno está focalizado en trabajar y solucionar los problemas de los argentinos, no estamos en clima de campaña. Queremos mejorar la Justicia", indicó. Dijo que la expresidenta y el resto de los acusados en el juicio "deberían explicar por qué en la causa hubo arbitrariedad". "Sería bueno que expliquen cómo la empresa fue tan exitosa", planteó en relación a Austral Construcciones, la empresa de Lázaro Báez que entre 2004 y 2015 recibió contratos de obra pública en Santa Cruz por $ 46 mil millones.