El barco Esperanza de Greenpeace ancló en Puerto Madero, después de una travesía que tuvo como misión generar conciencia del daño que provoca la destrucción de los bosques, una campaña que tiene como prioridad a la Argentina ya que es uno de los países en emergencia forestal a pesar de tener una ley de protección de bosques.
De origen ruso-polaco, el barco fue acondicionado por Greenpeace hace 10 años y se hizo popular por su velocidad, que le permite interponerse entre las ballenas y los buques balleneros; no tira nada al mar, compra local y orgánico, características que lo hacen ‘ecológico‘.
‘El Esperanza ha unido tres puertos argentinos: Mar del Plata, Rosario, y Buenos Aires, para llevar un concepto de vital importancia: que destruir los bosques es un crimen‘, dijo Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.
El Esperanza, según Giardini, vino a denunciar que el país está en emergencia forestal, ya que está entre los 10 países que más destruyen los bosques en todo el mundo. ‘En los últimos 25 años hemos perdido más de siete millones y medio de hectáreas de bosques, que es comparable a la superficie total de la provincia de Entre Ríos. Con ley y todo, en el país más de 600.000 hectáreas se han deforestado en área protegidas‘, graficó.
A ocho años de la vigencia de la Ley de Bosques ‘tendríamos que estar en una situación mejor‘, estimó Giardini que denunció que ‘en muchas de estas zonas del norte del país empresarios compran fincas para cultivar soja o desarrollar ganadería intensiva, y tras talar los bosques pagan multas irrisorias. Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa son las provincias más afectadas por este delito y se contribuye con el cambio climático y las inundaciones‘, precisó el activista.