El juez Thomas Griesa declaró ayer a la Argentina en ‘desacato‘ por no cumplir con fallos de su tribunal que la obligaban a pagar 1.330 millones de dólares más intereses a los fondos buitre, aunque y postergó para audiencias futuras, la aplicación de sanciones económicas pese al pedido de multa de los bonitas de 50.000 dólares diarios.
Además, el magistrado de Nueva York, dijo que la ley de Pago Soberano sancionada en Argentina ‘es ilegal’ y no debe aplicarse.
Tras este nuevo revés judicial el Gobierno argentino tildó al fallo de Griesa como ‘violatorio del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la Organización de los Estados Americanos‘.
Griesa justificó su decisión al señalar que Argentina “tomó y está tomando‘ pasos, ‘en un intento por evadir partes críticas” del fallo del 23 de febrero de 2012 que ordenó al país no efectuar pagos a los bonistas reestructurados si no abonaba también a los fondos buitre una suma cercana a 1.300 millones de dólares.
El juez convocó a la audiencia del lunes luego de que los fondos que demandaron a Argentina -liderados por NML Capital Ltd, de Elliott Management Corp, y Aurelius Capital Management- le pidieron declarar al país en desacato e imponer una multa por cada que pase sin que se cumpla su orden. Sin embargo, las multas pecuniarias contra un país son casi imposibles de hacer cumplir, ya que los activos de otras naciones que se hallan dentro de EEUU suelen estar protegidos contra embargos por la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera.
La declaración del magistrado se conoció casi al mismo tiempo en que en Buenos Aires fuentes oficiales confirmaron que el Gobierno depositará hoy el primer pago de servicios de deuda al amparo de la Ley de Pago Soberano, que se sancionó para evitar nuevos bloqueos del juez.
Sobre esa ley, el juez dijo que la Argentina ‘dio pasos que violan sus fallos‘, justificando la medida que adoptó en Nueva York. Griesa impidió el 16 de junio que la Argentina pague a sus acreedores bonos con legislación extranjera correspondiente a las reestructuraciones realizadas en 2005 y 2010. Para ello ordenó que el Bank of New York Mellon no gire a EEUU los 539 millones de dólares que se depositaron en su cuenta de Buenos Aires.
La respuesta de la Argentina fue la sanción de una ley que buscaba eludir esa orden judicial. Luego de dos meses del primer incumplimiento Griesa declaró al país en ‘desacato‘ y dejó abierta para el futuro la aplicación de sanciones económicas. Previamente, el Gobierno le había reclamado ayer al magistrado que rechace el pedido de los fondos buitre, aduciendo que la solicitud es ‘legalmente inadmisible, inaplicable y de imposible cumplimiento‘.
En un memorándum elevado al Juzgado de Griesa se advirtió que ‘el derecho y la práctica internacionales no contemplan dictar órdenes contra Estados extranjeros‘ y sostiene que ‘no hay argumentos‘ para determinar dicha sanción.
‘Las órdenes pari passu no prohíben ni pueden prohibir la realización de actos soberanos‘, sostiene el escrito.
En similar sentido, el canciller Héctor Timerman elevó ayer una carta al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en la que alertó sobre las consecuencias que podría tener para la Argentina una declaración de ‘desacato‘ por parte de Griesa.
El jefe del Palacio San Martín enfatizó que ‘un Estado extranjero no puede estar sujeto a sanciones de un juez nacional‘, y atribuyó esta iniciativa a una ‘acción desesperada de los fondos buitre‘ ya que ‘su accionar tiene los días contados‘ por la voluntad ‘hacer respetar las normas del derecho internacional‘
El concepto de desacato se utiliza en el idioma judicial de los EEUU como una forma de obligar a cumplir con una orden de la propia justicia norteamericana. El primer desacato dictado por la Justicia norteamericana fue en un juicio por deuda del gobierno del Congo con un fondo de inversión. El segundo lo protagonizó Rusia, por unos manuscritos que no devolvió al Museo de Brooklyn. Argentina, es el tercero. (DyN, Télam, EFE).