El juez de Nueva York, Thomas Griesa emplazó ayer a la Argentina y a los holdouts a negociar ‘de modo continuo y hasta que haya un acuerdo‘, al tiempo que rechazó el pedido argentino de reposición de una medida cautelar (stay) que le permita al país el pago de la deuda regular. De esta manera, el Gobierno y los holdouts tomarán contacto por primera vez hoy a las 10 en Nueva York, bajo la supervisión del mediador Daniel Pollack, para intentar llegar a un acuerdo que ponga fin al litigio por la deuda impaga, tal como pidió el juez, quien aseguró que no quería un nuevo default: ‘no quiero que eso pase‘, afirmó.
Fuentes del ministerio de Economía señalaron que aún no estaba definida la composición de la delegación entre técnico y política que debería partir anoche hacia los Estados Unidos, mientras que no se descartaba que fuera el jefe de la cartera, Axel Kicillof, quien encabece la comitiva.
El Ministerio de Economía, a través de un comunicado de prensa, dijo que Griesa mantuvo ‘su insólita prohibición‘ para el cobro de quienes ingresaron al canje y ‘no resolvió absolutamente nada‘ sobre la aplicación de la cláusula RUFO, que establece el tratamiento igualitario de los tenedores de bonos, y que de pagarse los 1.600 millones de dólares a los buitres, dispararía juicios por 120.000 millones de dólares de parte de los bonistas reestructurados.
La cartera que conduce Axel Kicillof subrayó que el país no está en cesación de pagos porque ‘default es no pagar, (y) Argentina paga. El dinero depositado no puede bloquearse porque pertenece a los bonistas del canje. El juez debe dejar cobrar a sus legítimos dueños‘.
El comunicado de Economía fue difundido en las últimas horas de la tarde, en medio de una reunión que la presidenta Cristina Fernández mantuvo con el ministro y el equipo económico en la Casa Rosada. La reunión, que comenzó a las 16.30 y que se extendió hasta minutos antes de las 21, tuvo como eje principal lo resulto por Griesa.
Ante la negativa del magistrado a levantar el interdicto, los abogados de la Argentina alertaron que en las ocho jornadas que faltan hasta el 30 de julio parece ‘difícil‘ llegar a un acuerdo e insistieron con la restitución del amparo.
Griesa minimizó los problemas planteados por la Argentina -en particular los referidos a la denominada cláusula RUFO- para llegar a un acuerdo y advirtió sobre las consecuencias que podría tener un default. ‘En mi visión, cada problema que ha mencionado es susceptible de ser atendido en un acuerdo‘, dijo el juez en una de sus intervenciones durante la audiencia y remarcó que ‘si no, habrá un default y eso es lo peor. Es casi lo peor que puedo anticipar. No quiero que eso pase. Hay gente que saldrá perjudicada con eso; no buitres, sino personas reales‘.
Frente a la negativa de los abogados argentinos a pagar sin el stay, Griesa les recordó: ‘sentencias son sentencias‘ y reprochó una ‘desafortunada retórica incendiaria‘ de parte de la Argentina. Pese a ello, el magistrado instó a las partes a ‘dar pasos razonables‘ y consideró que un nuevo incumplimiento del país sería ‘lamentable‘.