Argentina cosechó ayer un importante respaldo internacional en su lucha contra los fondos buitres al aprobarse en la Asamblea General de la ONU una resolución para impulsar un marco multilateral que regule los procesos de reestructuración de deuda soberana y evite casos como el que enfrenta el país con los holdouts.
El texto, propuesto por Bolivia en nombre de los países del grupo G77 más China, salió adelante con 124 votos a favor, 11 en contra y 41 abstenciones.
Entre los que votaron en contra está EEUU, lo que confirma el doble estándar del Gobierno de Barack Obama: por un lado ofició de amicus curiae de Argentina ante el juez de Nueva York Thomas Griesa, y hasta manifestó públicamente que el fallo de la Justicia norteamericana en el caso argentino ponía en riesgo el resto de las reestructuraciones de deuda en el mundo. Por otro, votó en contra de la posición argentina frente a los holdouts en la Organización de Estados Americanos (OEA) y ayer lo hizo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Para EEUU un mecanismo regulador crearía ’incertidumbre en los mercados financieros’ y podría cortar o dificultar las vías de financiación para los países.
La resolución aprobada ayer apuesta por convertir en una prioridad para los próximos meses la elaboración y adopción de ’un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana’ que pondrá freno a los fondos buitres.
De acuerdo con el texto, se busca mejorar la ’eficiencia’ y ’estabilidad’ del sistema financiero internacional y permitir un crecimiento económico sostenido, incluyente y equitativo’.
’Los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos que es hora de comenzar a trazar conjuntamente el camino ético, político y jurídico capaz de ponerle freno a la especulación desenfrenada’, señaló el canciller argentino, Héctor Timerman, tras la votación.
Argentina fue demandada ante tribunales de EEUU por fondos de inversión que poseen deuda argentina en mora desde el cese de pagos de 2001 y reclaman unos 1.500 millones de dólares, incluidos intereses, por ese motivo.
El juez Thomas Griesa, que se pronunció a favor de los demandantes en un fallo que fue luego ratificado por la Corte Suprema, ha impedido que los tenedores de deuda argentina reestructurada puedan cobrar los vencimientos en EEUU.