En plena conmoción por las sucesivas muertes de bebés recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, Vanesa Cáceres, la madre de una de las víctimas, rompió el silencio en las últimas horas y dio detalles sobre los hechos que vivió el 18 de marzo último. “Nos habían asegurado que la situación era normal”, afirmó con relación al nacimiento de su hijo y expresó su deseo de llegar “hasta las últimas consecuencias” para determinar las causas de su prematuro fallecimiento.

En diálogo con LN+, la mujer sostuvo que su embarazo fue “totalmente normal y controlado”. “No era embarazo de riesgo; sí una cesárea programada. Mi bebé nació totalmente normal, sano. Y a la hora y media se descompensó”, señaló.

Con relación al súbito fallecimiento del pequeño, contó: “Me avisan que tuvo una arritmia y entra a hacer paros cardíacos. Empiezan a ponerle drogas para que reaccione su corazón. Después empeoran las cosas. Todo eso en el mismo día, a las horas. Al tercer paro cardíaco ya no pudo continuar”.

A pesar de las explicaciones de la institución, Cáceres dijo tener sospechas sobre las circunstancias en las que murió su bebé y afirmó que insistirá en el avance de la investigación para esclarecer lo ocurrido. “No sabría decir qué pasó. Me quedé todo este tiempo hasta ahora pensando que había sido algo natural. Y ahora sospecho que no fue nada natural”, reveló en alusión a la difusión de al menos cuatro casos análogos esta semana.

Tras ello añadió: “Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias, esto cambia toda la teoría. A nosotros desde el hospital no supieron darnos explicaciones; nos dijeron que no sabían cómo llegó a estar en ese estado crítico un bebé que nació sano”.

Por su parte, el abogado de Vanesa, Carlos Nayi, indicó al citado medio: “El denominador común es el siguiente: madres sanas, nacimientos sin complicaciones y, en algunos casos, manchas y lesiones cutáneas -como la mujer que perdió su bebé el 5 de junio. También la no existencia de enfermedades prevalentes”.

Ante este escenario, concluyó: “O estamos frente a una suma de coincidencias -que es algo que ya está perdiendo fuerza a medida que transcurren las horas- o lo más grave: un hecho intencional o un claro caso de mala praxis que se transforma en homicidio culposo desde el punto de vista legal”.

En línea con lo manifestado por el penalista, según pudo saber LA NACION las hipótesis que manejan los investigadores son tres: un asesino serial, mala praxis o una sustancia contaminante. También informaron que de momento hay una causa en curso que se inició por la denuncia de un “ciudadano” en la Justicia, mientras que el mismo Materno Neonatal se presentó por otras dos muertes.

En tanto, Mariana Figueroa, directora de Asuntos Legales del Ministerio de Salud provincial, le dijo a este medio que la cartera tiene comprobadas cinco muertes. Además, explicó que tomaron conocimiento de 13 bebés que no presentaron una evolución “esperable” después de nacer de “mamás sanas”. De ellos, “cinco murieron y ocho están vivos”.

Tras asegurar que el número de recién nacidos fallecidos “no es común”, la autoridad apuntó que mientras el caso avanza en la Justicia se ordenó el apartamiento de 23 empleados. Asimismo, el centro de salud desarrolla un sumario interno ante la posibilidad de malas prácticas médicas como causa de las muertes.

“Tenía sus manitos frías y ya no quería la teta”

En declaraciones a La Voz también ofreció su testimonio Romina Ceja, la madre de una adolescente de 17 que el 5 de junio entró en trabajo de parto y tuvo a su hija un día después en el Hospital Materno Neonatal. Sin embargo, apenas horas más tarde la recién nacida presentó complicaciones de salud y falleció de forma súbita. Toda la secuencia se desarrolló entre el 5 y el 7, cuando el personal médico le comunicó a la familia sobre la muerte de la pequeña como consecuencia de un “paro cardíaco”.

De acuerdo con el relato de Ceja, los problemas comenzaron el 6 de junio, cuando acompañó a su hija al centro de salud y la enviaron nuevamente a su casa dado que tenía “poca dilatación”. Horas después, a las 16.30, regresaron al establecimiento y recibieron una respuesta similar. No obstante, insistieron y tras pasar horas a la intemperie la madre fue internada a las 19.

Alrededor de las 3 de la mañana -ya del 7- a la mujer le informaron que su hija y su nieta se encontraban bien e incluso pudo verlas a ambas ese mediodía. “Mi hija estaba en la camilla con la bebé; noté que lloraba mucho”, recordó y agregó que debido a ello los doctores esperaban darlas de alta próximamente.

Sin embargo, la situación dio un giro cuando la menor comenzó a manifestar síntomas atípicos. “La bebé tenía sus manitos frías y ya no quería la teta”, afirmó Cejas, quien a las 14 alertó sobre esta situación al personal. Tres horas más tarde, la familia reiteró el aviso y para las 22 ya no podían despertar a la pequeña. “Entonces revisaron a la bebé y se la llevaron. Antes de hacerlo, nos habían asegurado que la situación era normal”, sostuvo la abuela.

“Cuando llegué mi hija estaba con una crisis de nervios y mi nieta estaba bajo cuidados. Le dieron dos paros cardíacos, según la autopsia”, apuntó la abuela y agregó que de acuerdo a dicho examen la bebé ya había fallecido para las 18.15.