Buenos Aires, 28 de julio.- Horacio Silva (43 años) era custodio de un depósito de camiones, ubicado en el parque industrial de Burzaco, en Buenos Aires. La suerte de este hombre quedó sentenciada cuando fue atacado por nueve perros que cuidaban el lugar junto a él, y murió desangrado. Creen que el ataque ocurrió porque el hombre llevaba apenas unos días trabajando y los animales desconocieron al nuevo vigilador.

El sereno fue a comprar comida y cuando volvió notó que los perros estaban muy nerviosos y no lo reconocieron. El sereno esperó a que los perros se calmaran y entró, pero cuando abrió la puerta fue atacado. Le mordieron la pierna, lo tiraron al suelo y una de las mordidas impactó en la arteria femoral que fue lo que le provocó la muerte, porque murió desangrado. Así lo encontró el capataz, cerca de las cinco de la tarde del domingo.