Más de un millón de dólares es la suma de las 400 cuentas en el exterior que tienen los argentinos sin declarar y que habían ingresado en el último blanqueo de capitales que impulsó el gobierno de Mauricio Macri. Las cuentas están principalmente en Uruguay, Italia, Reino Unido, España y Alemania.

Las penas para los moradores serán duras ya que en principio perderán todos los beneficios del sinceramiento fiscal al que habían accedido. Es decir, que se les cobrará por todo lo que no declararon en su momento, a lo que se sumarán multas e intereses.

Las cuentas de los evasores fueron detectadas gracias al convenio de intercambio de información sellado el año pasado en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ese acuerdo hay más de 100 países, incluidos Uruguay, Suiza y varios paraísos fiscales, por el que llega información automáticamente. El año pasado llegaron dos tandas con 160.000 cuentas.

Más allá del blanqueo, esta información se cruzará en mayo y junio con las declaraciones juradas (DDJJ) de los saldos del impuesto a las ganancias y bienes personales de los contribuyentes. "Si no aparecen declaradas, la AFIP va a aplicar ajustes inmediatos, ya que tenemos el dato de sus cuentas en el exterior", contaron desde el organismo. Los entrecruzamientos de información de la OCDE y las DDJJ ya se hacen, pero "por tandas".