El escándalo se apoderó del Hospital Eva Perón de San Martín, en Buenos Aires, donde un grupo de profesionales de la salud realizó una fiesta clandestina que fue denunciada por los vecinos.

Según testigos del hecho, desde el exterior del nosocomio los vecinos escuchaban el volumen de la música. De inmediato, personal de seguridad desactivó la reunión.

Luego de tomar conocimiento de lo acontecido, la directora del hospital, María de los Ángeles Carmona, condenó lo sucedido. “Las explicaciones que dieron fueron que se habían juntado a comer y pusieron música o que la televisión estaba alta. Para nosotros no hay ninguna explicación, en medio de una pandemia, por más de que se hayan juntado a comer”, sostuvo.

Por el hecho, hay 15 empleados suspendidos, entre personal médico y no médico. “Para la gente que trabaja tanto adentro del hospital, en las terapias intensivas, en la guardia, unidad coronaria, es una falta de respeto esto”, expresó Carmona, y continuó: “También para quienes vienen a atenderse. Estamos tristes, indignados, enojados”.

La sanción de suspensión preventiva será por diez días, al tiempo que se iniciará un sumario a cada uno, según detalló otro de los directores del centro de salud, Mariano Bruñen.

“Los citamos a todos inmediatamente y, más allá de comentarles la sanción, les preguntamos cómo se atrevían a hacer semejante barbaridad. En un hecho que no podemos permitir”, subrayó.