�El ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollan, firmó una resolución vinculada a la donación de sangre por la cual se pone fin a la discriminación institucional hacia la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), a cuyos miembros se les impedía donar sangre.
La disposición modifica la Resolución 865/2006, reglamentaria de la Ley 22.990, que contenía un cuestionario de donación de sangre con una exclusión hacia los homosexuales, y finaliza con la exigencia de donantes para acceder a una práctica quirúrgica.
En Argentina, la Ley Nacional de Sangre (22.990) establece como requisito para donar que la persona complete un formulario en el que se preguntaba sobre su orientación sexual y que aclaraba que están impedidos quienes en los últimos 12 meses hayan tenido ‘contacto sexual hombre con hombre‘.
‘La sangre en Argentina va a ser más segura de lo que ya era‘, aseguró el ministro Gollan hace días luego de la firma de la resolución en la sede de la cartera sanitaria, durante un acto que contó con las presencias del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda; del interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Pedro Mouratian; del presidente de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, y de representantes de las organizaciones no gubernamentales que participaron del proceso de modificación de las normativas.
Además, la iniciativa prohíbe a los bancos de sangre y a los hospitales públicos y privados exigir donantes de reposición, o sea, exigir a los pacientes y sus familiares que consigan donantes como requisito para el acceso a una operación o cualquier otro tratamiento.
Solidaria:
El presidente de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, se refirió a la eliminación de la exigencia de reposición de sangre a los pacientes a la que consideró ‘una medida solidaria con los demás‘ al ‘no exigir la donación forzada‘ porque ‘eso también genera riesgo y termina muchas veces en el donante pago‘.
Por su lado, el subsecretario de Políticas, Regulación e Institutos, Pablo Kohan, hizo referencia a la posibilidad de autoexclusión confidencial post donación para cuando alguien se siente obligado por su entorno a ir a donar. Pidió que si algunas personas se sienten ‘presionadas y piensan que su sangre no debe ser utilizada, nos lo digan de manera anónima, a la salida de la extracción‘.
La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) sostuvo que la medida ‘implica un histórico cambio de paradigma, pasando de la teoría de los grupos de riesgo a la de prácticas de riesgo‘ en los formularios para la donación de sangre.
