IECSA era la pata constructora de Socma, el emporio de Franco Macri y sus hijos, un holding cuyos negocios llegaron a abarcar desde galletitas Canale hasta autos Fiat. La firma fue una de las empresas de ingeniería civil más grande de la Argentina y adjudicataria de importantes obras públicas.

A partir de 2004, Socma entró en un acuerdo preventivo extrajudicial (APE) para deshacerse de varias de las empresas. Vendió Pago Fácil y las empresas alimentarias que tenía en Brasil, entre otras firmas. Ángelo Calcaterra, hijo de Pía Macri (hermana menor de Franco) y de Antonio Calcaterra, y ahijado de Franco, había dejado de trabajar en la pequeña constructora de su padre para asumir como gerente en el holding de su tío.

La historia oficial del holding indica que, mientras se ocupaba de la venta de las empresas de Socma, Ángelo Calcaterra le propuso a su tío comprar él IECSA. Y que Franco accedió y le ofreció un plan de cómodas cuotas.

De acuerdo a los cuadernos del chofer Oscar Centeno, que reveló La Nación, IECSA habría entregado a los exfuncionarios kirchneristas unos U$S 8 millones. Tan sólo cuatro meses antes de que Mauricio Macri ganara la presidencia, el CEO de IECSA y detenido-arrepentido Javier Sánchez Caballero preparó una bolsa con más de un millón de dólares que le entregaría a uno de los recaudadores de Roberto Baratta, escribió Centeno.

Muchos hombres del sector sospecharon de la venta de IECSA de 2007 y del cambio de apellido, en un marco donde la empresa -contratista del Estado- necesitaba seguir operando durante el gobierno de los Kirchner.

Lo cierto es que la contabilidad de la constructora, presentada ante la CNV, indica que el precio de venta fue de U$S 61 millones. Unos U$S 15 millones se pagaron al contado y U$S 46 millones "pagaderos en cuotas hasta el año 2014". Junto a IECSA, Calcaterra también adquirió la desarrolladora inmobiliaria Creaurban.

"Calcaterra hizo un primer pago y luego debió asociarse a Ghella para poder hacer frente a las cuotas. Lo pagó con mucho esfuerzo y con los dividendos que empezó a arrojar la propia empresa", señalan quienes estuvieron al tanto de esa operación, que finalmente culminó en 2015. Ghella es la gigante italiana que estuvo a cargo del entubamiento del arroyo Maldonado durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad.