Egresada de la carrera de Psicología en la Universidad de Palermo, a partir de 2010 Inés Zorreguieta comenzó a buscar su camino en el ámbito del desarrollo social. Primero, obtuvo un puesto como investigadora para las Naciones Unidas en Panamá. Allí estuvo un año y luego regresó a Buenos Aires donde al poco tiempo fue noticia por una internación en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires. Según trascendió en ese momento, por problemas de depresión y alimentación.

Entre 2014 y 2015, Inés volvió a retomar su trabajo: se sumó al equipo de la ministra Carolina Stanley en el gobierno de la Ciudad, en el rediseño y la implementación de diversos programas de inclusión social. Cercana a la ministra, que en su entorno la definió como una valiosa colaboradora, fue nombrada como Directora de despacho y Mesa de Entradas del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación. Así se comunicó el 10 de febrero del 2016 en el Boletín Oficial.

La noticia causó polémica porque generó cuestionamientos acerca de su mérito para acceder a un cargo como ese y porque se dio a conocer cuánto cobraría: tal como publicó el diario Perfil, recibiría un sueldo bruto de 45.644 pesos. El decreto aclaraba que el nombramiento se realizaba "con autorización excepcional por no reunir los requisitos mínimos establecidos en el artículo 14 del Sistema Nacional de Empleo Público": para acceder a una "remuneración equivalente a Nivel B - Grado 0", como la del puesto de Zorreguieta, se exige un título universitario de grado correspondiente a una carrera de duración no inferior a cuatro años; experiencia laboral en la especialidad atinente a dicha función o puesto acreditada por un término no inferior a los tres años después de la titulación; especialización en los campos profesionales correspondientes a la función o puesto a desarrollar; y experiencia laboral acreditada en dirección de equipos de trabajo por un término no inferior a dos años, cuando comporte ejercicio de funciones ejecutivas o de jefatura. Aunque contaba con un título universitario y algunos años de experiencia laboral, a sus 31 no resultó suficiente para quedar eximida de las críticas que, como todo lo vinculado a su famosa hermana, trascendió las fronteras al punto de provocar una respuesta por parte de la Casa Real holandesa.

Dado que muchas de las críticas apuntaban a que el cargo era un "favor" de Mauricio Macri para la reina de Holanda, el mensaje de la casa de Orange fue contundente y se difundió a través de la Embajada de Holanda en la Argentina, que aclaró a través de Twitter: "La Reina Máxima no tuvo ningún rol en el nombramiento de su hermana Inés en el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales".

"Inés Zorreguieta trabajó antes de este nombramiento para actual Ministerio de Desarrollo Social a nivel regional", agregaron, al replicar en español los mensajes de la cuenta de la Casa Real Holandesa, para despegar el nombramiento de la buena relación de Macri con la reina, quienes justo en ese momento se habían encontrado en Davos. Los medios de Holanda reflejaron el caso de la designación de Inés con términos como "ñoqui real" y "nepotismo".