Candela, como la nueva reina nacional de la Vendimia, así bautizaron y está bien. Se trata de una recién nacida abandonada en los cerros al cierre de la tradicional fiesta de la uva y el vino de Mendoza y que se salvó porque una joven mujer policía la amamantó y evitó que muriera de hipotermia.

Esta historia de amor y abandono comenzó en la madrugada de ayer cuando se apagaban los fuegos artificiales del cierre de la Fiesta Nacional de la Vendimia en el teatro griego Fran Romero Day. A la 1:15, cuando ya lloviznaba entre los cerros, varios espectadores escucharon el llanto de una bebé y al persistir avisaron a la policía. En medio del bullicio dos policías, el principal Luis Vairus y la auxiliar Vanesa Farías, de la policía de Mendoza, empezaron la búsqueda orientados por el llanto. Un rato después encontraron a la recién nacida desnuda entre unas piedras grandes, aún con el cordón umbilical y con signos de hipotermia.

A raíz de esto, se montó un operativo para bajarla desde los cerros y derivarla al hospital materno-infantil Humberto Notti. Pero como había tanta gente fue imposible que la ambulancia llegara hasta el lugar; entonces se decidió trasladarla en taxi hasta los portones del Parque y allí la estaba esperando una ambulancia para llevarla al centro asistencial.

Frente a este terrible cuadro el instinto de madre de la auxiliar Farías pudo más: decidió amamantar a la pequeña, un acto de amor que finalmente le salvó la vida.

La joven mujer policía tiene 22 años y pertenece a la Unidad Especial de Patrullaje del departamento de Maipú, está casada con un efectivo policial y tiene una beba de cinco meses.

"En ese momento sólo pensé en darle de comer a la pequeña porque me imaginaba que era mi hija", dijo totalmente emocionada la oficial.

Al llegar al nosocomio se constató que Candela estaba en perfectas condiciones y que gracias al rápido accionar de la Policía y al pecho de mamá Vanesa, puedo llegar con vida.

"Lo que podemos asegurar es que esa decisión le salvó la vida", sostuvo ayer y el médico pediatra Daniel Molina, quien atendió a la beba en el hospital de infantil Humberto Notti de Mendoza.

Además, explicó que "el cordón umbilical probablemente lo hayan atado o lo hayan desgarrado directamente pero por suerte no ha perdido sangre".

"Por el cordón van dos arterias y una vena, que si eso no hubiera estado bien atado la chiquita se podría haber desangrado", acotó.

Candela pesa 2,600 kilos y se encontraba ayer tarde en perfecto estado en el Notti. Los pediatras del hospital le dieron dimensión al gesto maternal de la oficial Vanesa: "Llovía y hacía frío. La policía le dio el mejor y más rápido alimento y la mejor defensa a la beba, sin esas defensas y los anticuerpos que le transfirió, seguramente no hubiera sobrevivido mucho tiempo", dijeron.

La beba, según fuentes locales, será dada en adopción a una pareja que se encuentra en lista de espera en el Registro de Adopciones, trámite que se realizará en los próximos días si sus padres o familiares no la reclaman.