El director de la compañía Valores Sudamericana, Alejandro Vandenbroele, negó ayer ser amigo o testaferro del vicepresidente Amado Boudou, en el marco de la investigación judicial para determinar si hubo irregularidades en la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica y si hubo una recomendación para la impresión de billetes.
A través de una solicitada publicada ayer en el diario ‘El Cronista Comercial‘, Vandenbroele negó también ser accionista o dueño de Valores Sudamericana y rechazó las denuncias realizadas por su ex esposa, Laura Muñoz, que vinculó a ‘un lamentable conflicto familiar‘.
En la solicitada, Vandenbroele niega ser oriundo o haber vivido en Mar del Plata, conocer a Boudou, ni ser amigo de la infancia y adolescencia y mucho menos ser su testaferro. Tras hacer un detalle de su curriculum, con el objeto de explicar su procedencia y su situación ante el Fisco, entre otras cosas, el director de Valores Sudamericana explicó que la solicitada será su forma de comunicarse ‘a la opinión pública‘, ya que para ‘proteger la intimidad‘ de su familia decidió ‘no otorgar notas periodísticas‘.
La solicitada salió al mismo tiempo que el juez federal Norberto Oyarbide se declaró incompetente en la causa contra Boudou, por los supuestos delitos de lavado de dinero y negociaciones incompatibles con la función pública con el llamado ‘caso Ciccone’.
