Buenos Aires, 17 de noviembre.-El ex jefe de la Policía
Metropolitana Jorge "Fino" Palacios quedó detenido esta noche en la causa en la que está acusado de participar en las escuchas telefónicas a Sergio Burstein, referente de la entidad Familiares y Amigos de la Masacre de la AMIA.

Palacios se presentó en el cuarto piso de los tribunales
federales de Comodoro Py ante el juez federal Norberto Oyarbide, donde se notificó de su detención, que había sido requerida por el
fiscal federal Alberto Nisman, quien investiga el caso AMIA, y el
propio Burstein, cuya ex esposa murió en ese ataque.

El comisario retirado, que también fue jefe de la unidad
antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal y justamente tuvo activa participación en la investigación del caso AMIA, quedó alojado en la comisaría 46 de esta capital y mañana será indagado por el juez.

El arresto de Palacios dispuesto por Oyarbide -quien rechazó
un pedido de exención de prisión del ex oficial-, se produjo horas
después de que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ordenó echar al titular de la Policía local que reemplazó a Palacios,
Osvaldo Chamorro, por pedir informes patrimoniales y económicos del jefe de Gabinete de la administración macrista, Horacio Rodríguez Larreta, de diputados y dirigentes opositores y del director del diario "La Nación", Bartolomé Mitre.

Oyarbide hizo lugar al pedido de detención que presentaron el
fiscal federal Alberto Nisman y la querella de Burstein.

El arresto de Palacios, criticado desde la comunidad judía por
su actuación en la investigación del caso AMIA -causa en la que
está procesado por encubrimiento- coincidió con la visita al país
del presidente de Israel, Shimon Peres.

Nisman acusó a Palacios de haber "ordenado, implementado y
supervisado" las escuchas telefónicas a Burstein, a través de Ciro
James, ex oficial de inteligencia de la Federal que tenía relación
con el ex comisario, fue empleado del Ministerio de Educación
porteño y pretendía ingresar a la Policía local.

"Palacios no sólo ordenó, sino que además monitoreó, supervisó
y controló personalmente cada paso que se dio en la escucha
ilegal a Sergio Burstein", sostuvo Nisman en su dictamen.

El fiscal señaló que "la relación de Palacios con James era de
estrecha confianza y amistad, habían trabajado juntos en la
Policía Federal y se conocían desde el año 2003". Y explicó en su
dictamen que Palacios le proporcionó a James el celular de Burstein para que chequeara que siguiera usando esa línea, lo que ocurrió el seis de agosto pasado, un día antes de que James pidiera a la justicia de Misiones la "pinchadura" de la línea.

Palacios está actualmente procesado, acusado de entorpecer la
investigación del atentado a la AMIA, pesquisa que estuvo a su
cargo.

Nisman acusó Palacios de los delitos de violación a la
intimidad mediante la intrusión telefónica agravada, abuso de autoridad y partícipe necesario de los delitos de falsificación de documentos públicos reiterada en cuatro oportunidades.

Por otra parte, la Justicia detectó durante la investigación
que entre septiembre y octubre pasados James realizó 290 llamadas a la cúpula de la Policía Metropolitana y que hubo numerosos contactos con Palacios y Chamorro.

El abogado de Palacios, Diego Richards, dijo esta noche que
hasta el momento no tuvo acceso a la causa. "Ignoro los fundamentos del fiscal Nisman para sostener esa investigación", dijo el letrado a la prensa.

"Inmediatamente cuando nos enteramos de que se había ordenado la detención le comuniqué a Palacios, que se presentó en tres minutos ante el juez", explicó el abogado, quien pidió medidas especiales de detención para su cliente por su condición de ex policía.

Richards dijo que Palacios está "muy bien, muy tranquilo", pero "disconforme con la decisión que se adoptó".
"Está muy tranquilo con su actuación en los últimos tiempos y
en toda su carrera policial", enfatizó el letrado.

También no descartó pedir que se le conceda la libertad a su
cliente. En ese sentido, dijo que "vamos a analizar" si solicitan
la excarcelación del comisario retirado.

La intervención del celular de Burstein -que desató el
escándalo- la autorizaron los jueces de Misiones Horacio Gallardo y José Luis Rey en el marco de la investigación del homicidio del
contador José María Piccoli, en 2005, a instancias de información que le suministraban policías de esa provincia y James, que retiraba las escuchas de la SIDE.

Del espionaje también fueron victimas el empresario Carlos
Avila y su yerno; el cuñado de Macri, Néstor Leonardo, baleado la
semana pasada; dos gerentes de la cadena de supermercados Coto, el perito forense Mariano Castex, la cuñada del empresario Juan Navarro (del grupo Exxel) y la esposa del anticuario Hugo Breitman.

Hoy el juez Oyarbide dijo que esa red de escuchas era "una
verdadera Gestapo", al compararla con la policía secreta de los
nazis.