Los jueces Julián Ercolini y Sebastián Casanello fueron elegidos en un sorteo para ser subrogantes en los juzgados federales 6 y 12, en Comodoro Py, respectivamente. Son dos juzgados que estaban hasta ahora en manos de Rodolfo Canicobal Corral, quien se jubilará a partir del 29 de julio porque cumple 75 años.

El 6 es el juzgado histórico que comandó Canicoba Corral. Precisamente es donde se instruye la causa por el atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 y en el que aún se busca a los responsables. El juzgado 12 estaba momentáneamente a cargo de Canicoba Corral, desde que en 2019 Sergio Torres juró como ministro en la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

A las 11, el bolillero giró en el segundo piso del edificio de Retiro, despoblado del movimiento habitual por el coronavirus. Fueron pocos los candidatos entre los que había que elegir porque la mayoría de los jueces federales se habían excusado.

No estuvieron María Servini (porque ya está a cargo del juzgado electoral), Marcelo Martínez De Giorgi (porque tiene dos juzgados a su cargo, el suyo y el que perteneció a Claudio Bonadio), Daniel Rafecas (por acumulación de trabajo y la candidatura para convertirse en Procurador General) y Luis Rodríguez (por motivos personales que le impedirían asumir la responsabilidad de un segundo juzgado).

Así las cosas, los candidatos para el sorteo fueron Sebastián Ramos, Ariel Lijo, María Capuchetti, Sebastián Casanello y Julián Ercolini. El bolillero giró una sola vez: el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, dispuso que se hiciera el sorteo “en forma sucesiva” para evitar que un candidato saliera dos veces y quedara a cargo de tres juzgados.

La subrogancia dura un año o hasta que se definan la elección de un nuevo juez titular.

La justicia federal porteña de instrucción se divide doce juzgados. Ahora, quedan tres vacantes: el 12, que ocupaba Torres; el 11, que perteneció a Claudio Bonadio, fallecido en febrero pasado; y el 6, que ahora dejará libre Canicoba Corral.

El Gobierno quiere que Rafecas, titular del juzgado 3, se convierta en el jefe de los fiscales de la Nación por lo que ese juzgado también podría quedar en breve desocupado.

“Cumplo los 75 y lo manda el artículo 99 inciso 4 de la Constitución Nacional”, había dicho Canicoba Corral el pasado 13 de julio cuando se conoció que había presentado su renuncia en el Ministerio de Justicia. La ministra Marcela Losardo tiene que aceptar esa dimisión. La única opción que tenía Canicoba -y cualquier juez que cumpla los 75 años- es que el Ejecutivo mandra su pliego al Senado para que el cuerpo diera su consentimiento para que lo valide en su cargo por cinco años más. Canicoba Corral estaba a cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 6 desde 1993.

Comenzó su carrera como meritorio en la Justicia bonaerense, pero recién en la década del 90 tuvo sus primeros roces con la política nacional. En 1992 ingresó como asesor al Ministerio de Justicia de la Nación, que tenía a Jorge Maiorano como titular y a Elías Jassan como secretario de Justicia. Al año siguiente, el entonces titular del Juzgado Federal N° 6 Miguel Guillermo Pons pasó a integrar un Tribunal Oral Federal y el 16 de junio de 1993 Canicoba Corral fue designado para reemplazarlo.