La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio aprobó ayer un código político de convivencia para apagar las peleas internas que generaron fuertes cruces en el espacio opositor y se profundizaron en los últimos días entre los postulantes a competir en las PASO del 12 de septiembre,

En un documento que lleva como título "El adversario es el otro", la cúpula del espacio opositor intentó concientizar a sus precandidatos para que no sigan riñendo entre ellos y se focalicen en sus contendientes.

"El verdadero adversario en los comicios es el oficialismo, que ha estancado a nuestro país en materia económica, social y educativa", advirtieron los integrantes de la mesa nacional.

Esta semana, JxC iba a lanzar un código de ética que definiera lineamientos a seguir por los integrantes de la coalición opositora, pero a la luz de los cruces de las últimas horas, la iniciativa quedó pendiente, y en su lugar se acordó lanzar "un nuevo pacto político y de convivencia".

"Ese nuevo pacto político y de convivencia incluye ejes programáticos que deberán priorizar todos sus candidatos en todas las provincias", contó a Télam uno de los asistentes al encuentro, que se realizó ayer vía Zoom.

La reunión fue convocada de urgencia el fin de semana por el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, luego de que la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tratara de "mitómano" a Facundo Manes, precandidato a diputado nacional bonaerense del radicalismo, dentro de Juntos.

Carrió incluso amenazó con llevar a Manes a la Justicia, luego de que el neurólogo revelara que ella le había ofrecido ser su candidato a vicepresidente en 2015, algo que ella niega terminantemente.

Los cruces también incluyeron al gobernador jujeño, Gerardo Morales, quien acusó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de estar detrás de una campaña para desestabilizar la candidatura de Manes.

La tensión se había generado a partir de que Manes reclamara "que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña" en favor de su rival en la interna, el exvicejefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, algo que cayó muy mal en el PRO.

"Llegamos a la conclusión de que no hacía falta un código o manual de ética, alcanza con un acuerdo político de convivencia", señaló la fuente sobre las necesidades que surgieron a partir de las peleas internas por las candidaturas. Fuentes partidarias también contaron que la reunión fue en el marco de un "buen clima", que todos los participantes hablaron de la necesidad de la "unidad del espacio" de cara a los comicios y que no se hizo alusión "a ninguna persona o episodio en particular".