Buenos Aires, 19 de enero.- Axel Kicillof se sumará a la negociación que, desde hace meses, impulsa el ex titular de la cartera de Economía y actual jefe de la Unidad de Negociación de Deuda, Hernán Lorenzino, quien participará de las reuniones que se realizarán en la capital francesa.
La Argentina mantiene una deuda con los países miembros del Club de París desde el default de 2001, por alrededor de 6.700 millones de dólares, que si se le suman los intereses alcanzaría una cifra cercana a los 10.000 millones.
Fuentes oficiales aseguraron que la oferta final "aún está en elaboración", pero la intención del ministro es cerrar los problemas que a la Argentina le generan controversia y un aumento del costo de financiamiento.
Antes de fin de año, la Argentina alcanzó un acuerdo con un grupo de fondos de inversión, lo que le permitió cerrar una serie de juicios que mantenían empresas extranjeras contra el país en los tribunales del CIADI, dependiente del Banco Mundial.
Fuentes cercanas a la negociación consideraron que la negociación con el Club de París no será fácil, ya que los acreedores plantearon que si la Argentina no ofrece un plazo corto de pago (esto es, para ellos, 18 meses como máximo) debe intervenir el Fondo Monetario Internacional como agente de monitoreo del desembolso; en tanto, el Gobierno planea un cronograma de hasta 10 años, con bonos.
Además, otra restricción es que el grupo de países altamente desarrollados exigen que la Argentina acepte el monitoreo de las cuentas públicas, como establece el artículo IV de Constitución del FMI, junto al saneamiento de las estadísticas del Indec, en particular en lo referente a las mediciones de precios, cálculo del PBI e indicadores sociales.
Justamente en febrero debutará el nuevo índice de precios nacional urbano y ahí se verá si persisten variaciones alejadas de la realidad o se alinean a las previsiones del consenso de las consultoras privadas que ubican la inflación de enero entre 4 y 5 por ciento en comparación con diciembre.