Buenos Aires, 25 de julio.- "Es una extorsión judicial contra cualquier proceso de reestructuración de deuda soberana. Estamos dispuestos a dialogar y buscar soluciones, pero no a someternos a extorsiones. Argentina cumplió con sus obligaciones y lo va a seguir haciendo".

Poco antes de que comience en Nueva York la reunión entre la comitiva argentina, los fondos buitre y el mediador Daniel Pollack, el ministro de Economía, Axel Kicillof , advirtió que "nadie quiere" ni "festeja" un default.

Kicillof apuntó contra el juez estadounidense Thomas Griesa y calificó su fallo en la disputa con los holdouts como "inédito, insólito e incomprensible".

"Nadie quiere un default, nadie festeja un default", sostuvo el jefe del Palacio de Hacienda al abrir en la Cancillería una reunión del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas de la Unasur .

Además, afirmó que los "buitres" que no entraron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010 intentaron "negociar nada" y "embargar todo".

Axel Kicillof denunció que los holdouts buscan con el reclamo en Estados Unidos "tirar abajo el proceso de reestructuración" de deuda encarado por el país en 2005 y 2010, con objeto de "volver a la dinámica del sobreendeudamiento" propia del "neoliberalismo".

"Argentina durante años, años y años, tomó deuda para pagar deuda, y lejos de ser honrada, la deuda crecía y crecía, hasta que estalló, como no podía ser de otra manera. Esa dinámica ha sido clásica y generalizada durante el neoliberalismo", planteó el ministro de Economía.

Kicillof aseguró que los holdouts encabezan un "intento de tirar abajo el proceso de reestructuración" para "revertir la tendencia y volver al modelo anterior, de sobreendeudamiento".