La Anmat recomendó a la población “que se abstenga de consumir” todos los productos A Pleno e instó a cesar su comercialización a raíz de la sospecha de un caso de botulismo que estaría asociado a esa marca, se informó oficialmente.

La Dirección General de Control de la Industria Alimenticia, perteneciente al Ministerio de Industria, Comercio y Minería del Gobierno de Córdoba, “se encuentran trabajando en la investigación de un caso sospechoso de botulismo “que estaría asociado al consumo de un producto de la marca A Pleno’ elaborado en la localidad de Villa de las Rosas”.

La marca, investigada también por los municipios de Villa de las Rosas y Villa Dolores, comercializa queso de girasol y pasta de maní, entre otros productos.

El organismo, señaló que “a fin de proteger la salud de los consumidores se recomienda a la población, a modo preventivo, que se abstenga de consumir todos los productos marca “A Pleno”.

Rencomendó que, “en caso de haberlo hecho y presenten alguno de los síntomas iniciales como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, visión borrosa, visión doble, boca seca, dificultad para hablar y tragar, realicen una consulta médica inmediatamente.

“Asimismo, quienes tengan en su poder los productos para su expendio, cesar su comercialización”, subrayó.

¿Qué es el botulismo?

El botulismo clásico o alimentario es una intoxicación grave producida por la ingestión de la toxina preformada en los alimentos contaminados y no se puede ver, oler o sentir el gusto de la toxina botulínica, precisó Anmat.

La incidencia del botulismo es baja, pero la tasa de mortalidad es alta si no se realiza un diagnóstico precoz y se administra la correspondiente antitoxina en forma temprana. El botulismo no se transmite de persona a persona.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recomendó evitar el consumo de conservas si se desconoce su origen o si no se encuentran habilitadas por la autoridad sanitaria competente.

Seleccionar siempre conservas que hayan sido fabricadas por elaboradores habilitados por la autoridad sanitaria competente, rechazar los envases que se encuentran hinchados o abollados, y transportar y almacenar las conservas en lugares frescos, bien ventilados.

Además, mantener el producto protegido del calor directo, la humedad y la contaminación, y no consumir conservas envasadas que al abrirlas despidan gas.

Fuente: El Sol