Alejandro Freyre y José María Di Bello, quienes la semana pasada se casaron en Tierra en Fuego en lo que fue la primera boda gay de América latina, comenzaron a ser investigados por la Justicia correccional de Capital Federal en una causa penal por presunta desobediencia a un fallo que había ordenado suspender el matrimonio. La denuncia quedó radicada en el juzgado Correccional 1, a cargo de Walter José Cancela, y fue efectuada el lunes por la Cámara Civil a instancias de la presentación de un abogado, informaron ayer fuentes judiciales. La acción la inició el letrado Pedro Andereggen ante la Cámara Civil, para que se investigue si la pareja cometió el delito de desobediencia a un fallo de la Sala E de ese tribunal, que había ordenado suspender la boda prevista el 1 de diciembre.
El abogado señaló en su presentación que el matrimonio celebrado en Ushuaia fue "en abierta violación a la medida cautelar dictada" por la Cámara Civil, lo que calificó como un "verdadero escándalo" y pasible del delito de desobediencia.
La Cámara hizo lugar a su pedido y remitió la denuncia a la Justicia Penal, que sorteó el expediente y quedó radicado en el juzgado de Cancela. Andereggen pidió que se investigue a la pareja y a la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos.