El INTA y el Consejo Regional de Ciencia y Tecnología del Noroeste Argentino (CReCyT) firmaron con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de La Rioja, un convenio cuyo principal objetivo, es la revalorización del cultivo y producción de la quinoa. El convenio postula que la producción de quinoa “podría representar una alternativa de desarrollo económico y social para distintas áreas de la región NOA”.
La quinoa es un cultivo ancestral, propio de la región andina, y se trata de una planta alimenticia, rica en hidratos de carbono, fibra y con más proteína que cualquier cereal.
Al referirse a la producción de quinoa, el subsecretario de Ciencia y Técnica riojano, Vicente Calvo, dijo que “se trata de un alimento muy demandado internacionalmente, el cual tiene un valor de mercado muy importante”.
A su juicio, “es un vehículo potencial de desarrollo para zonas postergadas del NOA”, aunque admitió que “uno de los problemas es disponer de la semilla de quinoa, y a partir de la firma de este convenio lo que se decide es el apoyo mutuo del INTA y el CReCyT del NOA para desarrollar proyectos para y por este cultivo”.
La quinoa (chenopodium quinoa) también conocida como “quinua” es una planta alimenticia muy antigua del área andina. Algunos hallazgos indican que su cultivo data de 5000 a.C. y que se utilizó como alimento alrededor del 3000 a.C., y todos estos datos son confirmados por la información arqueológica disponible. Fue una semilla considerada por el imperio inca como un ‘alimento sagrado‘, y fue empleada en usos diversos como alimento, jabón (gracias a la saponina) y medicina de acuerdo. Con la quinoa también se preparaban harinas de galletas y mazamorras.