Roberto Cardarelli, jefe de la misión del FMI para la Argentina, llega este sábado para llevar adelante una agenda cargada de reuniones. El economista italiano se reunirá con el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, pero también con los asesores económicos de Alberto Fernández y Roberto Lavagna.

Inicialmente, la misión del FMI se esperaba a mediados de semana, pero la renuncia de Nicolás Dujovne, el sábado 17 de agosto, y el salto del dólar tras las PASO, cambiaron todos los planes.

En su primera conferencia de prensa, Lacunza prometió cumplir el acuerdo con el FMI a la vez que aseguró que el Banco Central (BCRA) utilizaría sus reservas internacionales para evitar "corridas cambiarias irracionales". Eso fue lo que hizo la entidad monetaria, presidida por Guido Sandleris, esta semana: vendió divisas para mantener el dólar a $57.

Cardarelli y el equipo técnico del Fondo se reunirán con las autoridades del Gobierno, pero adelantaron en un comunicado que también lo harán con los "asesores económicos de los principales candidatos presidenciales".

La semana siguiente a las PASO, el peso se devaluó 24%. Eso provocó que el presidente Mauricio Macri anunciara un paquete de medidas para contener a las clases media y baja, como el aumento del mínimo no imponible de Ganancias y la suspensión del IVA en alimentos esenciales de la canasta básica, que costarán alrededor de $100.000 millones de recursos fiscales.

El Ejecutivo anunció en junio de 2018 el acuerdo del tipo "stand by" por u$s50.000 millones con el FMI aunque luego se actualizó a u$s57.100 millones. Sin embargo, quienes negociaron el préstamo no están más: antes de la salida de Dujovne se había ido Christine Lagarde. La directora del organismo tomó una licencia cuando los líderes europeos la nominaron para presidir el Banco Central (BCE).

El Gobierno consiguió en el primer semestre un superávit fiscal primario de $30.221 millones luego de que en ese período del año anterior el ala económica prendiera las luces de alarma por un déficit de $105.825 millones. Sin embargo, al considerar los pagos de la deuda pública, el superávit se transformó en déficit financiero por $287.202 millones -1,3% del PBI-.

Los números para el tercer trimestre quedaron viejos: Dujovne anunció en julio que la meta fiscal primaria para septiembre pasaría de $60.000 millones a $70.000 millones, pero Lacunza deberá revisar ese objetivo tras los anuncios de Macri. Dujovne se opuso a ese gasto de $100.000 millones porque traería cortocircuitos con el FMI por el desembolso de u$s5400 millones prometidos para septiembre.

Ahora, Lacunza deberá convencer a Cardarelli de que el Gobierno cumplirá el acuerdo más allá de que desde el Fondo no quisieron confirmar si a partir del sábado pondrán en marcha la quinta revisión de las cuentas públicas.

Fuente: TN