Buenos Aires, 14 de febrero.- El conflicto generado por la incautación de material a un avión norteamericano por parte de autoridades argentinas ocurrido el jueves pasado sumó esta noche un nuevo capítulo con el cruce de declaraciones entre Timerman y Valenzuela.

El funcionario de los Estados Unidos calificó la situación como "penosa", dijo que las acusaciones del gobierno argentino "son improcedentes" y solicitó la "inmediata devolución del material incautado".

En tanto, el canciller argentino aseguró que el material retenido está compuesto por "varias dosis de morfina, otras drogas, material de comunicación sensible y armamento" y que por lo tanto el Gobierno "no lo devolverá, como lo haría cualquier otro país".

En una entrevista con la cadena CNN, Timerman afirmó que los Estados Unidos trajeron en el vuelo "material que no había sido declarado" en la lista entregada en diciembre de 2010, algo en lo que Valenzuela no estuvo de acuerdo.

Sin embargo, Valenzuela dijo que "se había conversado con autoridades argentinas el ingreso de este tipo de material".

Otro contrapunto en las declaraciones de Timerman y Valenzuela fue el trato que las autoridades argentinas le dieron a personal norteamericano.

"Amedrentaron a nuestro personal", sostuvo Valenzuela, mientras que Timerman dijo que "dos soldados de los Estados Unidos se sentaron sobre una valija durante seis horas y cuando se pudo abrir, adentro se encontró morfina, códigos secretos y manuel de instrucción de equipamiento para interferir comunicaciones".

Por otro lado, el titular del Palacio San Martín consideró que el gobierno de los Estados Unidos "debe pedir disculpas" por el incidente y reveló que presentó una "nota de protesta" a la administración de Barack Obama por lo ocurrido.

"Pedimos comprensión al gobierno de los Estados Unidos, las leyes están para cumplirlas, nosotros tuvimos dos atentados terroristas y no podemos permitir el ingreso de material bélico o de comunicaciones", puntualizó el canciller.

Sobre este punto, el diplomático de los EEUU sostuvo que "no hubo intención de violar las leyes argentinas" y consideró que el tema "se sobredimensionó".

El conflicto se inició el jueves pasado, cuando personal de la Aduana realizó un chequeo sobre la carga de un avión de la Fueza Aérea de los Estados Unidos en el aeropuerto internacional de Ezeiza.