En una gélida mañana, en la que el viento cala hasta los huesos en medio de un invierno tan pampeano como patagónico, Mónica Mora, enfermera desde hace 20 años del hospital de Guatraché, se levanta temprano para trasladarse a la comunidad menonita Nueva Esperanza, distante a unos 35 kilómetros de esa localidad.

La enfermera se traslada hasta la zona para realizar sus tareas sanitarias en contexto de pandemia por la covid-19, que además de generar varios casos positivos entre sus habitantes causó la muerte del obispo, el máximo líder de esa comunidad religiosa de cristianos evangélicos ortodoxos pacifistas.

La Moni. Así la llaman los integrantes de esa comunidad, que habla un dialecto del alemán. Es la única enfermera que ingresa al lugar para implementar el Calendario de Vacunación Anual. A través de los años, se ganó la confianza no sólo de los hombres, dentro de la estructura patriarcal de esa comunidad, sino también de las mujeres, las que han generado un vínculo atípico para con una foránea.

La tarea de llevar adelante el cumplimiento del calendario de vacunación anual constituye un mero trámite sanitario. Respecto a la pandemia, poco ha podido avanzar en la comunidad, que mantienen su resistencia "porque no confían demasiado en la vacuna", según Mónica.

La comunidad menonita Nueva Esperanza, que ocupa unas 10.000 hectáreas y está dividida en unos 20 campos con sus respectivos jefes, está ubicada a 35 kilómetros de Guatraché. Está formada por cerca de 1.500 habitantes que llegaron en la década de los "80 y basan su economía en la venta de quesos, la fabricación de carros y muebles de cocina.

Los menonitas no viven aislados: pagan sus impuestos, realizan actividades comerciales y diariamente se los ve por distintos puntos de la ciudad haciendo sus compras con su típica vestimenta (los hombres, overol y sombrero; las mujeres, vestidos largos y pañuelos).

A estas alturas del siglo XXI resulta casi imposible pensar en una comunidad donde no se mira televisión o no se usan autos. Tampoco tienen teléfono celular, no usan aire acondicionado, y sólo utilizan la tecnología para aumentar la producción en cada rubro.

En ese contexto, Mónica, que tiene 55 años, admite que en todo ese tiempo no sólo logró objetivos sanitarios sino que pudo acercarse a las mujeres, para llevarles información sobre vacunación y métodos anticonceptivos.

Cada visita a la colonia es organizada con los jefes de los campos. Relata que antes iba a las escuelas a vacunar, pero ahora por el frío y la confianza construida, va a la casa del jefe de cada campo. "Son muy amables, y con el tiempo logré que mientras antes no me veían sin la presencia del hombre, hoy vayan las mujeres solas", resume Mónica.

Docentes vacunados deben reintegrarse


La Dirección de Educación de la Provincia de Buenos Aires determinó que a partir de mañana, cuando terminen las vacaciones, volverán las clases presenciales en todo el territorio bonaerense, respetando normativas de cuidado. Fuentes oficiales informaron que a partir del 9 de agosto retomarán la actividad presencial los agentes que están alcanzados por dispensas laborales por factores de riesgo. La medida alcanza a docentes y no docentes que hayan cumplido los 21 días tras haber completado el esquema de inmunización de cualquiera de las vacunas contra covid-19 y quienes hayan optado por no vacunarse.