A pesar del intenso frío y la vigencia de las restricciones que prohíben aglomeraciones por la pandemia, unas 40 organizaciones sociales de izquierda hicieron ayer en el centro porteño la mayor protesta contra el gobierno de Alberto Fernández desde su asunción. Fue un masivo reclamo con unas 30 mil personas copando el centro neurálgico de la Ciudad para exigir más planes sociales, aumentos y aguinaldo, alimentos para comedores y merenderos, vacunas, entre otros puntos.

"Gran unidad piquetera contra el ajuste" fue el lema de la movilización, que incluyó cortes de rutas y bloqueos de puentes y accesos a la Ciudad de Buenos Aires. La marcha tuvo réplicas en distintos puntos del país.

La jornada empezó con forcejeos y tensión en el puente Pueyrredón cuando una columna de trabajadores de la salud y enfermeros intentó subir al puente, pero las fuerzas de seguridad desplegaron allí un cordón para impedírselo.

El Ministerio de Desarrollo Social aseguró que se cumple el cronograma de pagos.

La masividad y oportunidad de la protesta tomó por sorpresa al Gobierno que dijo "no entender" las razones de la misma ya que durante la semana hubo anuncios de mejoras para gran parte de ese sector.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, había anunciado el jueves que pagará un bono extraordinario de $6.000 para los 900.000 titulares del programa Potenciar Trabajo, tal como lo hizo el año pasado. El beneficio será percibido el próximo mes. Sin embargo, esto no frenó la movilización que desde el oficialismo fue evaluada como "política".

"Lo que le estamos planteando al Gobierno es que tiene que volver a pagar el Ingreso Familiar de Emergencia. Alcanzó a nueve millones de familias el año pasado, pero hoy con suerte hay un millón que acceden al Potenciar. La cuenta es simple: quedan ocho millones de personas sin ningún tipo de asistencia", dijo Silvia Saravia, dirigente nacional de Barrios de Pie. E insistió: "La situación de hoy es peor a la del año pasado, respecto de los contagios y los datos de indigencia, pero el Gobierno no da ninguna respuesta".

Desde el Polo Obrero, uno de sus dirigentes, afirmó que "hasta el gobierno de derecha de Mauricio Macri entregaba más provisiones a los comedores sociales". En ese sentido, criticó al gobierno de Alberto Fernández "que se considera un gobierno popular" porque "sólo está entregando sémola y harina a los comedores". Apuntó a que se puso en marcha "el ajuste para pagar al FMI una deuda inmoral e ilegítima".

Otro de los reclamos puntuales fue porque dos meses después que se anunciara que se iba a vacunar como esenciales a quienes trabajan en los comedores, no se ha cumplido con esa promesa.