La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) inauguró la primera réplica del país de una sala de audiencias de tribunales, un espacio dedicado a la formación de sus estudiantes, que debutaron con una práctica sobre el caso de la Cuenca Matanza-Riachuelo.

El emprendimiento, que recrea una sala de tribunal, permitirá la práctica de la litigación en sus múltiples formas -judicial, arbitral, simulacros de litigio y otras-, con la mirada puesta en la enseñanza.

‘Es un día auspicioso porque estamos frente a un acontecimiento pedagógico que servirá como herramienta para formar mejor a los estudiantes y acercar la práctica al escenario real‘, dijo Mónica Pinto, decana de la Facultad de Derecho de la UBA, luego de la inauguración de la sala.

Uno de los objetivos del proyecto, dijo, es ‘acercar al espacio físico de la Facultad a quienes se dedican a la práctica profesional privada en lo nacional e internacional, así como a quienes ejercen en el poder judicial‘.

‘Antes de su construcción utilizábamos otros salones de la Facultad especialmente ambientados para cada ocasión, pero estamos orgullosos de poder ofrecer a los alumnos la posibilidad de entrenar en la práctica de la oralidad en los diversos fueros‘, dijo Pinto. En este nuevo espacio, ‘los alumnos podrán participar tanto de juicios reales como de simulacros y audiencias‘, explicó.

La casa ‘entiende que hay tres actividades principales que cumplir: la de la enseñanza, la de la investigación y la de la extensión. Queremos que la institución sirva a la sociedad en la que está inserta y en este caso lo haremos formando mejores profesionales‘, consideró.

‘Esto representa un salto cualitativo muy importante construido con mucho esfuerzo. Queremos que esta sala sea el primer escenario del que salgan profesionales que puedan demostrar que su práctica de litigio es excelente y que surgió de esta facultad pública, que tiene un gran compromiso con la sociedad‘, expuso la decana.

Marcos, alumno avanzado de la carrera, dijo que éste es ‘un paso fundamental, no sólo como herramienta pedagógica sino como espacio para distintas competencias‘. ‘Es una de las mejores maneras de sacar al derecho de los libros y poder practicar‘, coincidió Marianela, estudiante del primer año.

Además agregó que antes de contar con este espacio a veces debían hacer los simulacros “en los pasillos‘.

En este sentido, Ignacio, graduado en esa casa de estudios y actual ayudante de cátedra, consideró que ‘es muy necesario recrear situaciones de la práctica profesional y ver cómo se dan las cosas en la realidad‘.

‘Este nuevo nexo entre la facultad y el ámbito profesional es muy importante, hay alumnos que egresan sin haber ido a un juicio en toda su carrera. No es bueno quedarse sólo con la teoría‘, opinó.

‘Esperamos que esta experiencia abra el camino para nuevos espacios, la audiencia es una forma de traer la actividad forense a la facultad para que los alumnos puedan acceder a los actos procesales que de otro modo no podrían‘, apuntó Torres.

La sala está equipada con un escritorio principal para el tribunal y un estrado para los testigos. También hay escritorios para el secretario del tribunal y el taquígrafo.

Junto al banco de los jueces se encuentra la mesa para el actor, el demandado y sus respectivos abogados, y por el otro lado, un grupo de asientos conocido como la tribuna del jurado, en aquellos casos donde se utilice esta figura. También hay un atril donde los abogados pueden apoyarse al momento de argumentar su caso ante los jueces.